La conexión en tren entre Barcelona y Madrid sufrió un robo poco habitual a bordo. Los hechos se produjeron hace dos años, aproximadamente, cuando un hombre iba de la ciudad condal a la capital española en un convoy que hacía parada intermedia en Zaragoza. Estuvo precisamente allí, en Aragón, cuando unas personas sustrajeron el maletín que había depositado en la zona reservada para equipajes y que normalmente no comporta ningún tipo de peligro. Pero al parar a la estación aragonesa de Delicias, los presuntos ladrones se llevaron la bolsa que iba cargada de bastante material audiovisual valorado en más de 10.000 euros.
La víctima se dio cuenta de ello cuando llegó a la estación de Puerta de Atocha, en Madrid, al descubrir que su maletín no estaba. Lo denunció inmediatamente en la ciudad. Pero los supuestos ladrones no habían llegado a la capital española y la investigación, finalmente, volvió a Barcelona, de donde todo apunta que salían los delincuentes. Los Mossos d'Esquadra, el pasado 23 de septiembre, tuvieron la visita de un hombre que se presentó en la comisaría de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) y les explicó que recibió una llamada anónima en la que le informaban que en Internet se vendía "material suyo". Pero ¿cómo podía estar seguro? Según el individuo al otro lado del teléfono, lo había identificado porque "llevaba el logotipo de su empresa".
Quedan con ellos para comprar el material y acaban detenidos en Barcelona
Así, pues, los Mossos d'Esquadra confirmaron que se había cometido el robo en aquel viaje en tren de hace dos años de Barcelona a Madrid y organizaron un operativo para arrestar a los presuntos responsables que vendían el contenido de la maleta por Internet. De hecho, el material audiovisual nunca había llegado a Madrid, ni siquiera se había quedado en Zaragoza de donde fue sustraído, sino que volvió a la capital catalana, de donde todo apunta que eran los delincuentes. Los investigadores quedaron con ellos a la estación de metro de la Pau, en el barrio de La Verneda i la Pau del distrito de Sant Martí. Una vez allí, detuvieron a un hombre y una mujer de 42 años por un delito de receptación.