Los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre de 37 años acusado de haber cometido seis robos con violencia en Barcelona. El arrestado se ponía en contacto con otros hombres a través de aplicaciones de citas y les drogaba hasta que quedaban inconscientes, momento que aprovechaba para robarles. El hombre ha ingresado en la prisión, y se le imputan, además, los delitos de hurto, estafas bancarias, agresión sexual y robo con fuerza. La investigación continúa abierta en busca de otro hombre que habría colaborado con el condenado a la hora de cometer los hechos.

La primera denuncia de la cual se tiene constancia se interpuso el pasado mes de octubre. Las otras cinco víctimas denunciaron entre enero y marzo de este año, y la policía catalana pudo relacionar estos hechos dado que el ladrón siempre actuaba siguiendo el mismo patrón. Contactaba con los hombres, bien por aplicaciones de citas o bien directamente en la calle, en un entorno de fiesta. Una vez se ganaba su confianza, les invitaba a una copa a la que había añadido droga, y esperaba hasta que sus víctimas perdían el sentido. Era entonces cuando actuaba, robándoles sus pertenencias e, incluso, las llaves de su casa para sustraer objetos de valor y tarjetas de crédito que pudiera encontrar.

Cazado gracias a una cámara de seguridad

Siempre que podía, el ladrón se citaba con las víctimas directamente en sus domicilios, lo que le facilitaba el trabajo. En una de estas ocasiones, el detenido llegó a la casa con una bebida que ya había mezclado con medicamentos soporíferos. Cuando la víctima se despertó, horas después, se dio cuenta del hurto; afortunadamente, disponía de cámaras de seguridad que grabaron todo el robo, y después de denunciar las puso a disposición de los Mossos, quienes pudieron identificar al ladrón.

Los investigadores averiguaron que el hombre se alojaba en un hotel de Barcelona, e identificaron también a su cómplice. La detención tuvo lugar el pasado 3 de marzo, durante la cual también hicieron una entrada y registro en la habitación del hotel donde vivía. Los agentes encontraron varias tarjetas de crédito en nombre de las víctimas, así como joyas, relojes de alta gama y diferentes aparatos electrónicos. Aparte de los objetos sustraídos, también había varios documentos de identidad falsos y un tarro de pastillas que habría utilizado para drogar a sus víctimas.

El valor de todo lo que recuperaron asciende a 33.000 euros, mientras que las compras fraudulentas que realizaban con las tarjetas robadas sería de 7.000 euros. El arrestado ha ingresado en la prisión después de pasar a disposición judicial, y su compañero ha sido identificado y se encuentra en busca y captura.