Catalunya ha vivido esta última semana una de las peores que se recuerdan en los últimos meses en las carreteras del país. Durante seis días seguidos, entre el lunes y sábado, se ha producido un accidente mortal al día, haciendo que de las seis víctimas mortales que se habían producido en las tres primeras semanas del 2024, la cifra se haya llegado a doblar hasta el punto que, según los datos provisionales del Servei Català de Trànsit, ya son 12 los muertos en las carreteras catalanas desde principio de año.
Seis accidentes mortales durante seis días seguidos
La semana negra en las carreteras catalanas se inició el lunes, poco antes de la una del mediodía, cuando un motorista de 63 años, vecino de Cardedeu, resultó herido crítico al sufrir una salida de vía en la C-352, en Canovelles. Aunque lo trasladaron de urgencia al Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, acabó muriendo en el centro hospitalario al cabo de poco, fruto de la gravedad de las heridas. Al día siguiente, martes, cuando pasaban pocos minutos de las siete y media de la mañana, un hombre de 44 años, vecino de Pineda de Mar, perdió la vida en un choque entre dos motos en la C-32, en Mataró, en el cual el otro motorista resultó herido leve.
El miércoles, en torno a las once de la noche, el conductor de una furgoneta que circulaba por la N-II, a su paso por el término municipal de Agullana, murió después de chocar contra un camión por causas que los Mossos d'Esquadra están investigando. La víctima tenía 59 años. El jueves, por cuarto día consecutivo, se produjo un accidente de tráfico. En esta ocasión fue, hacia las doce y cuarto del mediodía, en el municipio de Castell-Platja d'Aro, cuando una moto y un coche chocaron frontalmente. Fruto del impacto, el motorista, de 66 años y vecino de Sant Feliu de Guíxols, murió sin que se pudiera hacer nada para salvarle la vida.
El viernes y sábado, por quinto y sexto días consecutivos, los accidentes mortales siguieron, además concentrados en el Segrià. Cuando pasaban pocos minutos de las dos y media de la tarde del viernes, en el camino de Llardecans a Aitona, un hombre de 82 años, vecino del primero de los municipios, murió al salirse de la carretera con su furgoneta y caer por un talud de unos tres metros. El sábado, poco antes de las diez de la noche, fue un chico de 20 años quien, cuando circulaba con el coche por la LP-7041, entre los municipios de Seròs y Aitona, se salió de la carretera y volcó. En el vehículo también viajaban dos amigos suyos que quedaron heridos de gravedad.