Pablo es la expareja de Déborah Fernández, una chica de 22 años que desapareció en Vigo (Pontevedra) y que al cabo de unos días apareció su cadáver en extrañas circunstancias. Los hechos pasaron hace casi 20 años y se trata de un asesinato sin resolver. A tres meses de que prescriba el crimen, por primera vez, lo están investigando como sospechoso del caso.

Pablo P.S., nunca fue investigado como presunto autor de los hechos, aunque dijo mentiras y tenía contradicciones en su testimonio. Gracias a un informe policial donde se explica que "tienen la convicción de que está implicado tanto en la desaparición como en la muerte de Déborah" y la presión que ha hecho la familia de la víctima, por primera vez, está imputado por su presunta implicación.

Pablo ha reconocido que ha mentido por miedo a que lo involucraran en el crimen

Han salido a la luz algunas de sus mentiras y contradicciones, que él mismo reconoció años atrás. De hecho, cuatro años después del crimen, fue a declarar voluntariamente a la Policía Nacional y explicó que, en sus cinco últimas declaraciones, había mentido para que no lo involucraran en el macabro asesinato, unas declaraciones que volvió a cambiar el año 2010.

Cuando fue a declarar en el 2002, dijo a los agentes que Déborah tenía una relación con otro hombre, aunque no sabía si este podía estar involucrado en el caso. En las pruebas de ADN no encontraron ni rastro de Pablo y, cuando lo citaron a declarar, dijo que no podía ir porque en el momento de los hechos estaba viviendo en Argentina.

Contradicciones y mentiras en sus declaraciones

El día que desapareció la joven de 22 años, Pablo explicó que tenía coartada, pero los investigadores encontraron algunas contradicciones. Por ejemplo, la ruta que aquel día hizo en coche, era diferente de la que solía hacer habitualmente. Además, el año 2006 reconoció que había mentido: en un primer momento dijo que no había hablado con las hermanas de la chica asesinada, pero después reconoció que sí que lo hizo.

El enigma de la nevera del trastero

El cuerpo de Déborah fue puesto en un lugar frío los días anteriores a ser colocado en la carretera donde fue encontrado. Este detalle es importante si se relaciona con las declaraciones de Pablo, que en un primer momento dijo que no tenía ninguna nevera en su trastero, después dijo que sí que la tenía y al cabo de los años volvió a cambiar su versión de los hechos y dijo que nunca lo había tenido.

Déborah Fernández / Archivo

Todas las mentiras y contradicciones de Pablo, el único investigado por el macabro crimen de Déborah Fernández, una joven de 22 años que fue asesinada hace 20 años en Vigo (Pontevedra) / Archivo

El caso está en manos del juzgado de Tui

Los días posteriores a la desaparición, un trabajador del garaje donde Pablo solía aparcar el coche, le dijo que el vehículo apestaba a muerto y él se excusó diciendo que había una caja de langostinos que se le había descongelado. A pesar de las declaraciones de este testigo, Pablo lo sigue negando todo. El caso se encuentra en manos del juzgado de Tui y se prevé que en los próximos días vuelva a declarar, por primera vez, como investigado y no como testimonio, unos hechos que han revivido la esperanza de la víctima de que se resuelva el caso.