Un joven coleccionista austriaco de 28 años ha sido víctima de un curioso engaño conocido como "la estafa del Monopoly". El joven, que tenía una valiosa colección de cartas Pokémon, había puesto a la venta esta colección por un precio de 110.000 euros. Un supuesto comprador se puso en contacto con él a través de las redes sociales para acordar la compra con un descuento de 5.000 euros.

Después de llegar a un acuerdo, el coleccionista viajó de Viena a la ciudad italiana de Turín, llevando sus cartas en un maletín. Allí, se reunió con el falso comprador en un piso en el barrio de Mirafiori. Pudo ver el dinero, incluso lo contó. Uno por uno, hasta que llegaron a la suma pactada. Allí estaban todos, y eran billetes de curso legal, de 200 euros. Había, tal como habían acordado, 105.000 euros. Cerró la bolsa donde estaban todos los billetes y entregó el maletín con las cartas Pokémon de su colección. Había hecho una buena jugada, un buen trato. Las cartas de estos animalitos imaginarios son muy populares, y algunas tienen un valor muy alto. Siguieron hablando del juego e incluso tomaron un café juntos, pero todo formaba parte del espectáculo de la estafa.

El momento clave de la estafa llegó cuando se intercambiaron los maletines. Un cómplice del falso comprador sustituyó la bolsa que, supuestamente, contenía los 105.000 euros en billetes reales por otra. El joven coleccionista no se dio cuenta y pensó que se iba de aquel piso con su dinero. Sin embargo, al llegar al hotel de Turín donde se alojaba, descubrió que lo habían engañado. Dentro de la bolsa no había ni un solo euro real. Todo eran billetes del Monopoly.

La policía italiana busca al estafador

El joven denunció inmediatamente la estafa a la policía italiana, pero hasta ahora no se ha localizado al estafador ni se ha recuperado la colección. La estafa del Monopoly es una técnica utilizada para engañar a vendedores que hacen transacciones en efectivo, haciéndoles creer que reciben una gran suma de dinero, cuando en realidad reciben billetes falsos o de juegos como el Monopoly. Es una evolución, aunque menos efectiva, del conocido Rip Deal, que también utiliza billetes estilo facsímil (imitaciones para películas, por ejemplo), que se cuelan entre los billetes reales durante una transacción. Los estafadores cuelan los billetes sin valor entre los reales para evitar que la víctima detecte la estafa. Hasta que no intenta ingresar el dinero o usarlo, la víctima no se da cuenta de que el dinero no tiene ningún valor. Los delincuentes ya se han esfumado. Los Mossos d'Esquadra, en Cataluña, han detectado varios casos, muchas veces relacionados con la compraventa de criptomonedas o joyas, un mercado que permite hacer ventas en efectivo para evitar el control de Hacienda, y que, a su vez, facilita el seguimiento de los productos comprados sin pagar.