"Sigo sin poder vivir tranquila". Así es como acaba la conmovedora carta que la víctima de la Manada de Manresa ha escrito más de seis años después de aquel octubre de 2016 en que cinco chicos la violaron por turnos en una fiesta de Halloween celebrada en una fábrica abandonada de la capital del Bages. El juez condenó a los acusados por un abuso sexual y no por agresión, al considerar que la chica, que en el momento de los hechos tenía 14 años, no se defendió y dejó que lo hicieran. Dos de ellos huyeron después de recibir la sentencia, mientras los otros tres se encuentran en libertad provisional a la espera de que se resuelvan los recursos presentados en el Tribunal Supremo. La chica ya no puede más con esta situación y está cansada de tener que cruzarse a menudo con sus agresores.
La chica no sale de casa por miedo a encontrarse con sus violadores
Por eso ha hecho pública una carta a través de Informativos Telecinco en que relata el horror que sigue viviendo hoy día. "Han pasado siete años desde que cinco hombres me agredieron sexualmente por turnos mientras yo estaba en un estado de inconsciencia. Los condenaron por abuso y no por agresión. Porque dijeron que no me defendí. A pesar de la condena, estos hombres no han entrado en prisión y tengo que cruzarme con ellos cada dos por tres en la calle. Tengo que soportar sus miradas, risas, burlas y como se sienten completamente impunes, incluso colgando vídeos a las redes presumiendo de su libertad", lamenta la chica.
"Mis agresores han llegado a saltarse la orden de alejamiento. Cada vez que me encuentro con ellos tengo que revivir este momento, sin poder pasar página. Me siento desprotegida, no salgo de casa por miedo a encontrármelos. Basta de leyes que no protegen a la víctima con una sentencia en la mano. Sigo sin poder vivir tranquila", denuncia. Y es que ya hace tres años que la justicia los condenó a penas de entre 10 y 12 años de prisión, pero todavía se encuentran en libertad. Aquella sentencia generó mucha polémica, ya que se consideró que no era una agresión sexual porque no se opuso, aunque estaba inconsciente cuando la violaron.