El ladrón multirreincidente que durante el último mes ha atemorizado a los empresarios del Alt Empordà (Girona) ya duerme entre rejas. El juzgado en funciones de guardia de Figueres ha decretado su ingreso en prisión provisional como presunto autor de diez delitos de robos con fuerza y dos hurtos de uso de vehículo. Se trata de un chico de 22 años que acumula una veintena de antecedentes policiales y fue detenido por los Mossos d'Esquadra el pasado 20 de abril después de varias semanas de trabajo policial con el fin de identificarlo y arrestarlo.

Una decena de robos con fuerza por el Alt Empordà

La investigación por parte de los Mossos se inició al principio del mes de abril, cuando tuvieron conocimiento de cinco robos con fuerza que habían tenido lugar entre el 31 de marzo y el 2 de abril en tres establecimientos comerciales de Llers, Figueres y Vilamalla, en la escuela de Vilamalla y en un restaurante de Vilafant. Los investigadores determinaron que los autores de estos asaltados eran dos personas. El primero de ellos, un hombre de 43 años con antecedentes, fue detenido el 17 de abril en Figueres y quedó en libertad después de pasar a disposición judicial.

El otro ladrón, un chico de 22 años con una veintena de antecedentes, fue detenido en Figueres el 20 de abril. En su caso, se le pudo relacionar con más robos que en las últimas semanas se habían producido al Alt Empordà. Entre estos había dos asaltos a una misma ferretería de Figueres que se habían producido el 28 de febrero y el 11 de marzo. En el segundo de estos robos, además, se habían llevado una furgoneta que, posteriormente, sería utilizada para cometer el asalto a la escuela de Vilamalla.

Además, el ladrón de 22 años también había actuado en solitario en dos ocasiones. En el primer robo, el 26 de marzo, robó en una panadería de Vilamalla utilizando el método del alunizaje con un vehículo que había robado aquel mismo día en la Pera. Se llevó 1.250 euros. En el segundo robo, el 11 de abril, se llevó un ordenador portátil de una empresa de Figueres. Finalmente, una vez detenido, el juez ha optado por enviarlo a la cárcel por su peligro de reincidencia.