Los Mossos d'Esquadra han capturado en Olot, en la Garrotxa, a un hombre que atemorizaba la ciudad provocando incendios a diestro y siniestro. Durante esta noche, del 19 al 20 de diciembre, el hombre ha quemado cinco contenedores, pero no ha sido el único caso reciente en la ciudad. El pasado sábado, los Bombers tuvieron que apagar otros dieciséis incendios. Según explican los Mossos d'Esquadra a este medio, no se ha podido asegurar todavía que el detenido sea el mismo hombre que actuó la semana pasada, pero todo apunta a que es así. El arrestado es un hombre de 27 años, sin antecedentes, y, según ha podido saber ElCaso.com, vecino de Olot de origen marroquí.
Como ya ocurrió hace exactamente una semana, Olot se ha despertado este sábado con varios contenedores de basura calcinados. Según los Mossos d'Esquadra, los fuegos han comenzado en la calle Francesc de Verntallat, en el cruce con la calle Ignasi Buixó i Gou, y después han aparecido más por la zona. A diferencia de la última vez, sin embargo, en esta ocasión la policía estaba preparada y no les ha pillado por sorpresa. Así pues, hacia las once y media de la noche, en el marco de un dispositivo policial con agentes de paisano se ha conseguido localizar y detener al hombre, atrapado cuando estaba merodeando por las calles de Olot incendiando contenedores para verlos arder. Los Bombers también han tenido que desplazarse, con dos dotaciones, para apagar los fuegos que el delincuente había encendido antes de que se le atrapara.
Arden diecisiete contenedores en una noche
Gracias a la colaboración ciudadana, que ha servido para avisar a los policías de dónde aparecían los fuegos, se ha podido parar los pies al pirómano. El hombre ha quedado detenido, acusado de un delito contra el patrimonio, y ahora se está investigando si también fue él quien causó el pánico con incendios la semana pasada. El pasado sábado 13 de diciembre, también durante la noche, un hombre prendió fuego a dieciséis contenedores de basura en Olot. Afortunadamente, ni esta noche ni la de la semana pasada, no se ha tenido que lamentar ningún herido.