Caldes de Malavella, martes 14 de noviembre. 00.15 horas. Un joven de 20 años conduce una furgoneta por las calles del pueblo gerundense, seguido por otro vehículo similar hasta que en un cruce se dispersan. Todo parecía tranquilo en este municipio de poco más de 8.000 habitantes pese a los acelerones de los dos individuos que iban al volante de estos automóviles, que quebrantaban el silencio entre urbanizaciones insertadas en los bosques de la Cordillera Litoral. Esta calma, sin embargo, no les eximía de estar siendo observados por los cuerpos de seguridad. Y así era. Una patrulla de la Policía Local que estaba realizando su ronda habitual los captó circulando a más velocidad de la cuenta y los siguieron. Cuando se separaron, y cada uno decidió subir a la urbanización Llac del Cigne por una entrada diferente, los agentes vigilaron desde la lejanía, hasta que dieron el alto a uno de ellos.

Los agentes los siguieron desde la avenida doctor Furest, que fue cuando los vieron pasar poco después de la medianoche de este martes, mientras realizaban la ronda en sentido Llagostera. Las dos furgonetas pasaron a gran velocidad y en sentido contrario a la patrulla. Los persiguieron. Pero, tras observar que entraban y se separaban en el interior de la urbanización Llac del Cigne, decidieron actuar y el veinteañero tuvo la mala suerte de ser el elegido: fue al que pararon. El vehículo fue detenido en la calle de Narcís Monturiol, en una zona residencial con casas edificadas a los cuatro vientos, a las doce y cuarto de la noche. El chico estaba muy nervioso y la policía, con las sospechas que le suscitaba, decidió registrar la furgoneta. En el interior hallaron una mochila situada bajo el asiento del copiloto y, al abrirla, descubrieron dos pistolas cargadas y un silenciador

Dos pistolas cargas y un silenciador: el joven intenta excusarse

El hallazgo de las dos pistolas provocó el arresto inmediato del joven, sin antecedentes policiales, acusado de tenencia ilícita de armas. Las pistolas, además, estaban cargadas y preparadas para disparar y le habían borrado los números de serie. El detenido, pese a tener todo en su contra, intentó liberarse de toda responsabilidad asegurando que no sabía que llevaba en el coche dichos objetos. La Policía Local de Caldes de Malavella, no obstante, no tuvo nada más que añadir -dado que además el joven no tenía ni permiso de armas- y fue esposado y trasladado hasta comisaría. Posteriormente, los agentes lo derivaron a los Mossos d'Esquadra para que lo pusiesen a disposición judicial.