Los agentes de la Policía Local de Vilassar de Dalt, en Barcelona, han decidido, de manera unánime, no hacer más horas extras hasta que el Ayuntamiento acceda a mejorar las condiciones laborales del personal. La medida, anunciada por los representantes sindicales del SIP-FEPOL, pretende presionar el consistorio para abrir un proceso de diálogo "real y efectivo". Entre las demandas de los agentes destaca el fin de las patrullas unipersonales —una práctica que, según denuncian, pone en riesgo la seguridad de los policías y de la ciudadanía. Según han informado fuentes policiales en ElCaso.com, el cuerpo policial lleva desde el año 2011 reclamando garantías de seguridad. Ha habido periodos puntuales en que se han combinado vacaciones y bajas laborales y a consecuencia solo queda un agente patrullando todo el turno. Hay que destacar que durante muchos meses los agentes, por voluntad propia y con vocación de servicio, han decidido hacer cambios voluntarios de turno para evitar que los compañeros se quedaran solos patrullando y poder dar una mejor asistencia a la población. A consecuencia, muchas veces los policías no han podido disfrutar de los días de asuntos propios en caso de haberlos necesitado.
Ahora, cansados de pedir una mejora laboral que nunca llega, los agentes han decidido no realizar ninguna hora extra, hecho que provocará que durante algunas jornadas Vilassar de Dalt tenga turno cero, es decir, que ningún agente de la Policía Local esté trabajando. Con relación a eso los agentes piden también reforzar una plantilla que consideran insuficiente para un municipio con más de 21.000 habitantes. La Policía Local de Vilassar de Dalt no es la única que es esta situación; pese al incremento de la criminalidad en Catalunya, muchas policías locales, sobre todo en verano o durante la noche, solo disponen de una persona para dar servicio a muchos habitantes.

Humedades y hongos en las instalaciones
Las fuentes policiales consultadas por ElCaso.com afirman que a pesar de haber convocatorias de personal, los agentes que llegan se marchan cuando pueden a causa de las instalaciones policiales, que son unas oficinas no habilitadas para hacer las funciones de comisaría de policía y han quedado "obsoletas", y se recalca que "si alguien ajeno a la Policía de Vilassar de Dalt quisiera acceder a la comisaría, podría llegar hasta la cocina". Además, según fuentes policiales consultadas por ElCaso.com, hace más de un año que notificaron al Ayuntamiento la aparición de hongos y humedades, pero el consistorio no ha hecho nada para mejorar las instalaciones ni las condiciones laborales de su personal. El sindicato remarca que el compromiso de los agentes con la seguridad del municipio continúa intacto, pero insiste en que el Ayuntamiento se tiene que comprometer a velar por la integridad y los derechos laborales de la Policía Local de Vilassar de Dalt.
