Un piloto de British Airways ha sido despedido después de que se tuviera que cancelar un vuelo de 12 horas entre las ciudades de Johannesburgo (Sudáfrica) y Londres (Inglaterra) porque la noche anterior se la había pasado de fiesta y esnifando cocaína. Durante la euforia del momento, el hombre envió mensajes a una de las azafatas del vuelo, amiga suya, explicándole orgulloso y con un tono victorioso lo que estaba haciendo, sin pensar en las consecuencias que podría tener. La mujer, preocupada por la situación, decidió alertar a sus superiores, que decidieron por seguridad que se tenía que suspender el vuelo en el cual este hombre tenía que ir como copiloto.
Una noche de excesos, cocaína y chicas en topless
El hombre explicó a su compañera de trabajo que "había sido un niño muy travieso" y que "había esnifado cocaína de los pechos de una mujer", según detalla The Sun. Según parece, el hombre había conocido a una mujer y un hombre en un local de ocio nocturno al cual había ido a tomar alguna cosa en lugar de quedarse en el hotel descansando de cara al vuelo que tenía que hacer al día siguiente. Posteriormente, fue a un apartamento donde había más personas y la fiesta siguió sin control, con drogas y chicas haciendo topless. El hombre, según llegó a reconocer, iba tan perjudicado que "ni siquiera podía levantar la cabeza".
Después de la noche de excesos, suspendieron al piloto con efecto inmediato y cancelaron el vuelo, una decisión que tuvo un coste aproximado de unas 100.000 libras esterlinas, lo que equivaldría a unos 115.000 euros. Con respecto a los pasajeros, en ningún momento corrieron ningún riesgo por el comportamiento inadecuado del piloto, apuntan desde la compañía. El hombre, ahora como pasajero, viajó hasta el aeropuerto londinense de Heathrow, donde ya lo estaban esperando para hacerle un test de drogas. El resultado, como ya se esperaban, fue positivo. Por este motivo, ha acabado siendo despedido.