Hollie Dance, una mujer británica de 46 años, está viviendo un auténtico calvario mientras lucha por encontrar la manera de evitar la muerte de su hijo, quien está en coma y conectado a un respirador desde el pasado mes de abril. Una juez del Tribunal Superior de Justicia dictaminó que el pequeño, de doce años, debe ser desconectado del soporte vital que lo ha mantenido vivo estos dos meses, ya que los médicos que lo han atendido han dictaminado que el niño está en "muerte cerebral" y jamás despertará. Su madre, no obstante, no pierde la esperanza.
La familia Battersbee, formada por Hollie Dance y Paul Battersbee, y sus tres hijos Tom, de 22 años, Lauren, de 20, y el pequeño de la casa, Archie, de doce años, era una familia londinense normal y corriente. El pasado siete de abril, no obstante, su vida cambió para siempre cuando Archie sufrió un terrible accidente después de poner en práctica un peligroso reto viral que había visto en las redes sociales. El pequeño sufrió daños cerebrales irreversibles que lo dejaron en coma. El hospital recomendó acabar con el tratamiento del niño, y ante la negativa de la familia, presentó un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia. Ahora, la jueza de este caso ha dado la razón al hospital, y ha señalado la fecha en la que Archie debe ser desconectado: no puede exceder de esta semana. No obstante, su familia ha recurrido el fallo, y esperan que su lucha e insistencia no sea en vano.
El peligroso reto del ahorcado dejó en coma a Archie
Tal y como ha relatado a los medios Hollie, que es la máxima portavoz de la familia en esta lucha contra la justicia y el hospital, el siete de abril Archie estaba en su habitación jugando, como hacía muchos días, por lo que ella no estaba demasiado pendiente. Pasadas unas horas, la mujer entró en la habitación del niño, y lo encontró inconsciente, con una cuerda alrededor de su cuello. La mujer rápidamente llamó a una ambulancia y el niño fue trasladado de urgencia al hospital, donde intentaron reanimarle, sin éxito. El Royal London Hospital, donde el niño está siendo tratado, determinó que el cerebro de Archie había sufrido daños irreversibles a causa del estrangulamiento, y que su estado era de "muerte cerebral". El niño ha estado en coma, y conectado a un respirador artificial que lo mantiene vivo, desde entonces.
La madre de Archie investigó qué es lo que su hijo había estado haciendo y, si bien ella no asegura al cien por ciento que su hijo intentó poner en práctica el peligroso reto viral "del ahorcado" o "blackout challenge", todo apunta a que fue así. Este reto viral, que de vez en cuando revive en las redes y supone un enorme peligro para los niños, consiste en estrangularse mediante una cuerda, un cinturón o un objeto similar a estos hasta perder la conciencia. El mes de mayo, unas semanas después del accidente de Archie, una niña de diez años de Estados Unidos murió por este mismo reto viral.
La familia no pierde la esperanza
El Royal London Hospital determinó que lo mejor era desconectar a Archie porque no despertaría nunca y, ante la negativa de la familia, el hospital llevó el caso a los tribunales. A principios de este mes, el tribunal dio la razón al hospital, y a pesar de la insistencia de Hollie y toda la familia Battersbee para evitar que desconecten al niño, la jueza ha sentenciado que esta semana el niño tiene que estar desenchufado.
Hollie, no obstante, ha recorrido las televisiones y los periódicos británicos para intentar crear consciencia social en este caso. "A lo largo de estas semanas hemos visto progreso en Archie. Me apretó la mano, su presión sanguínea subió y se estabilizó durante diez minutos", relata la madre. "A Archie deberían darle más tiempo. Hay pacientes de Covid que estuvieron conectados a un respirador, luchando por su vida, durante seis meses e incluso un año. Archie ha estado conectado ocho semanas muy cortas, en las que hemos estado dentro y fuera del juzgado", ha relatado Hollie a The Guardian, añadiendo que esta situación está siendo "emocionalmente agotadora" para toda su familia.