El barrio de Itaewon, en Seúl (Corea del Sur) ha sufrido una terrorífica noche el fin de semana previo a Halloween. Una estampida ocurrida en torno a las 22:15, hora local, ha resultado en la muerte de al menos 151 personas, 22 de las cuales eran extranjeras, así como 82 heridos. Según las autoridades surcoreanas son 270 los casos de desaparecidos relacionados con la tragedia.

De momento se desconoce la causa de la estampida, pero el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, ha asegurado en un comunicado que la investigación del hecho es "máxima prioridad". "Investigaremos en profundidad las causas del accidente para hacer mejoras fundamentales para que no vuelvan a ocurrir incidentes similares", ha declarado.

Itaewon es un barrio céntrico muy conocido por ser el lugar de preferencia de los ciudadanos de Seúl para celebrar la fiesta de Halloween. Su fama atrae también a turistas y personas de todas partes del país. Este año se ha calculado que la cifra de asistentes podría situarse cerca de las 100.000 personas, ya que era el primer Halloween desde la pandemia que se celebraba sin restricciones.

Un callejón empinado y estrecho

El foco de la estampida se habría producido a una calle empinada y tan sólo de unos cuatro metros de ancho cerca del Hotel Hamilton. Según todos los testigos la avalancha venía provocado por una caída colectiva originada arriba de todo de la empinada calle. El medio surcoreano Yonhap ha recogido a este testimonio de una asistente a las fiestas: "todo el mundo se empezó a caer de repente y la gente que estaba abajo quedó chafada".

Lo que no se explica nadie, sin embargo, es cómo ha podido suceder una cosa parecida, teniendo en cuenta que en Corea del Sur siempre se ponen en marcha efectivos de seguridad cuando se prevé una aglomeración multitudinaria. El periodo de duelo se extenderá hasta que el accidente esté bajo control; un accidente que el presidente del país ha tildado de "tragedia y un desastre que nunca tendría que haberse producido".