Una mujer de edad avanzada fue atacada el pasado 8 de junio por tres perros en su domicilio de Tamarit de Llitera, en la Franja de Ponent, causándole heridas de mucha gravedad por mordeduras. La anciana tuvo que ser evacuada al Hospital Comarcal de Barbastro para recibir atención médica y los servicios sociales de Aragón se hicieron cargo de su tutela, ya que los agentes de la Guardia Civil que acudieron al aviso del incidente encontraron indicios de que estaba siendo desatendida por su hija y su nieta, con quienes convivía. De hecho, las mujeres, de 65 y 31 años, están bajo investigación de la Benemérita, acusadas de un delito de lesiones por imprudencia, al haberse comprobado que el día del ataque dejaron a la víctima sola durante horas con los animales.

La anciana, de edad avanzada, con movilidad reducida y discapacidad cognitiva, sufrió varias mordeduras por parte de los perros, que eran de la familia, aunque no estaban dados de alta en el Registro de Animales de Compañía de Aragón. En unas circunstancias sobre las que no se ha informado, atacaron violentamente a la víctima, dejándola herida con varios mordiscos que requirieron intervención médica urgente, así como su hospitalización. La hija y la nieta de la mujer la abandonaron durante horas, sin ningún tipo de cuidados ni de vigilancia, lo cual, teniendo en cuenta el estado de la víctima, llamó la atención de los agentes e hizo sonar todas las alarmas.

La anciana, abandonada en condiciones insalubres

Cuando llegaron al domicilio, los policías comprobaron que la vivienda estaba llena de suciedad y muy desordenada, dejando a la anciana en unas condiciones insalubres y con un aspecto físico deteriorado que les hizo sospechar el abandono por parte de sus familiares. Por esta razón la dejaron en manos del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) que se ha hecho cargo de ella. 

Con respecto a los perros, la Patrulla de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Monzón y veterinarios del Servicio Provincial del Gobierno de Aragón determinaron que no disponían ni de las vacunas correspondientes ni de las medidas de seguridad necesarias para evitar ataques entre ellos, a otros animales o a personas y los agentes abrieron expedientes por las infracciones administrativas correspondientes. Mientras tanto, la Guardia Civil trasladó el caso al Juzgado de Instrucción número 2 de Monzón que instruye las diligencias.