Golpe contra los ladrones violentos de locutorios de Barcelona. Los Mossos d'Esquadra han detenido a dos hombres que cometían robos con fuerza en los establecimientos barceloneses, amenazando con un arma de fuego simulada. Los arrestados están relacionados con siete casos y uno en grado de tentativa, entre mayo y julio en los distritos de Nou Barris, Sants, Sant Andreu, Sant Martí y el Eixample. En total, los asaltantes se hicieron con un botín de 39.000 euros en efectivo, teléfonos móviles, joyas diversas y otros objetos. Pero, lo más sorprendente del caso era la extrema violencia con la que actuaban, que era su día a día, cuando atracaban.

Así asaltaban locutorios de toda Barcelona

Los ladrones iniciaban la jornada delictiva haciendo vigilancias previas a los locales y planificaban la actuación. También, en algunos casos, hacían aproximaciones a los locales para obtener información de los mismos. Así decidían si era un buen punto para cometer el robo o no. Cuando lo tenían claro, se cambiaban de ropa y utilizaban complementos para dificultar su identificación. El modus operandi era el siguiente: uno de los arrestados entraba en el locutorio e interactuaba con las futuras víctimas, mientras otro accedía con un casco de moto puesto y exhibiendo un arma de fuego. Pero también había veces que lo hacían al mismo tiempo y abordaban a las personas que había allí.

Los dos detenidos, una vez hacían la entrada, inmovilizaban a las víctimas en el suelo y las ataban con bridas o cuerdas. Además las agredían y amenazaban, dado que no dudaban al golpearlas con la empuñadura del arma de fuego si mostraban resistencia, mientras las obligaban a abrir las cajas donde guardaban el dinero. Pero, ¿era la pistola real? Pues no, era simulada. Los Mossos d'Esquadra, en uno de los atracos pudieron recuperarla, era de fuego corta, y la encontraron a escasos metros de uno de los locutorios asaltados.

Detenidos en el distrito barcelonés de Sant Andreu

Finalmente, el pasado jueves 20 de julio, los investigadores pusieron en marcha un dispositivo de localización de los dos ladrones. Los encontraron en el distrito de Sant Andreu, donde se preparaban para dar un nuevo golpe en otro establecimiento de la capital catalana. Los delincuentes se percataron de la presencia policial y huyeron. La persecución duró bastante poco. Los agentes consiguieron interceptar el vehículo a los pocos metros y detuvo a los dos individuos, que opusieron resistencia. Uno de ellos, pasó dos días más tarde a disposición del Juzgado de Instrucción número 9 de Barcelona.