La colaboración entre la Policía Nacional y la Guardia Civil ha permitido, nuevamente, desmantelar una organización criminal dedicada al narcotráfico a escala internacional, concretamente, proveyendo países de toda Europa de grandes cantidades de hachís y marihuana que colaban por diferentes fronteras con camiones, semirremolques y otros vehículos de gran cilindrada con matrículas falsas y con doble fondo. La base de operaciones de esta mafia estaba en una masía de Maçanet de la Selva (Girona), donde se habían trasladado a finales del 2024 desde Andalucía después de varios golpes policiales que habían comprometido sus negocios.
Dieciocho personas han sido detenidas y otras ocho están en busca y captura para poder detenerlas. El grupo estaba formado por individuos de varias nacionalidades -francesa, marroquí, croata y serbia- que están acusados de los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, defraudación de fluido eléctrico, tenencia ilícita de armas y falsificación de documento público.
Tuvieron que trasladarse desde Andalucía a Girona por la presión policial
La actuación conjunta de ambos cuerpos policiales se inició durante el verano del año 2024. Los investigadores detectaron en Málaga la presencia de un grupo criminal que, según todos los indicios, se dedicaba al tráfico de drogas a gran escala. Los integrantes de la mafia se habían agenciado algunas casas aisladas de la zona desde donde planificaban y gestionaban los transportes, cuya primera parada era el sur de Francia. En julio intentaron hacer un envío a Polonia, pero los interceptaron. El camión registrado tenía un doble fondo en el depósito de la gasolina, donde habían escondido 270 kilos de hachís.
En la vivienda que utilizaban se encontraron 102 kilos más de esta droga, así como 35 kilos de cogollos de marihuana y una plantación indoor con un total de 774 plantas. Este primer golpe les obligó a trasladarse a otras poblaciones (Ronda y Mijas, en Málaga; Sanlúcar de Barrameda y Arcos de la Frontera, en Cádiz; y Montequino, Los Palacios y Villafranca, en Sevilla), pero siempre acababan pillados. En diferentes actuaciones se confiscaron 1.900 kilos de hachís, 54 de marihuana, dos camiones, siete vehículos de alta cilindrada, 3.000 euros en efectivo y se detuvieron diez personas. Por si fuera poco, también frustraron un segundo envío de 560 kilos de hachís con destino Francia, donde también se detuvo al conductor.
Todas estas actuaciones los arrinconaron y los delincuentes decidieron trasladarse a Maçanet de la Selva para empezar desde cero con el mismo modus operandi. Aun así, el pasado mes de enero pillaron un vehículo cuando estaba accediendo a una masía de este municipio de la Selva, cargado con varios abarrotes de hachís. El registro de la finca hizo posible el decomiso de 649 kilos de hachís, una pistola, un subfusil y un fusil, una máquina para falsificar placas de matrícula, inhibidores de frecuencia y cuatro vehículos de alta cilindrada. Cuatro personas fueron más detenidas por estos hechos.
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En total, les decomisaron 3.565 kilos de hachís, 54 de marihuana, tres armas y 12.510 euros en efectivo. La investigación ha sido dirigida por Juzgado de Instrucción número 5 de Málaga en conjunto con el número 4 de Santa Coloma de Farners (Girona) y ha sido explotada por la Brigada Central de Estupefacientes (UDYCO) de la Policía Nacional de Girona y el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas de la Guardia Civil de Málaga.