Agentes del Grup de Delinqüència Urbana de los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado miércoles 2 de agosto a cinco personas —tres mujeres y dos hombres— acusados de un delito de receptación. Aquel día, a una patrulla de la policía catalana le llamaron la atención dos furgonetas que se desplazaban a gran velocidad por las calles de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelonès), y decidieron seguirlas hasta que se detuvieron de repente cerca de la carretera. Los agentes se acercaron para identificarlos y durante el registro de los vehículos hallaron una gran cantidad de dispositivos electrónicos por valor de 50.000 euros.

Todos los objetos —entre teléfonos móviles, ordenadores portátiles, drones y patinetes eléctricos— estaban envueltos en papel de aluminio para intentar inhibir la señal de localización que emitían. Al preguntarles por el origen de todo aquel material, los sospechosos no supieron dar una explicación coherente, por lo que fueron arrestados y trasladados a dependencias policiales para seguir con la interrogación.

Venían de Mallorca

Una vez en comisaría, los agentes identificaron a los presuntos ladrones, y les interrogaron a fondo sobre los hechos. Gracias a ello, averiguaron que los cinco acababan de llegar al Port de Barcelona en un barco procedente de Mallorca, y que casi todos los dispositivos sustraídos los habían robado allí. Además, vieron que las furgonetas estaban completamente adaptadas para vivir en ellas, con el objetivo de no dejar ningún rastro alquilando un piso o reservando un hotel.

Por otra parte, los investigadores pudieron acceder a algunos de los teléfonos móviles, que estaban a nombre de personas extranjeras —turistas en su mayoría—. En estos momentos, los Mossos les están intentando localizar para poder devolverles los objetos sustraídos. Hasta ahora, se ha podido notificar a cuatro personas de que habían sufrido robos en sus vehículos en Mallorca. En cuanto a los detenidos, los cinco quedaron retenidos en comisaría y están a la espera de pasar a disposición judicial.