Los asaltos violentos a personas mayores para robarlas las joyas que llevan puestas ya se han convertido en habituales en las calles de Catalunya. Ahora, sin embargo, estos robos con violencia también se han extendido a los portales de los edificios. Este es el caso de una mujer de 89 años que ha estado brutalmente atacada cuando estaba a punto de entrar en su casa en el núcleo de la playa de Calafell, muy cerca de la estación de trenes de la localidad. Los hechos se han producido alrededor de la una y media del mediodía cuando la víctima ha accedido al bloque y se disponía a coger el ascensor cuando ha visto que dos mujeres también entraban con ella.

Mientras esperaban la llegada del ascensor, las dos mujeres han empezado a hablar con la anciana en una actitud cordial e, incluso, una de ellas ha presentado la otra como si fuera su hermana, tal como ha adelantado el Diari de Tarragona. Pero una vez ha llegado el ascensor y se disponían a subir, todo ha cambiado. De repente, las dos ladronas han atacado a la víctima con violencia y la han llegado a hacer caer al suelo para robarle las joyas. Le han dado golpes en la cabeza y le han arañado la cara para arrancarle la cadena que llevaba puesta en el cuello, además de sacarle un anillo del dedo. Posteriormente, han huido corriendo dejando a la anciana malherida.

La anciana ha necesitado puntos de sutura

Al recibir el aviso de los hechos, hasta el lugar se han desplazado efectivos de la Policía Local de Calafell y del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM), que han llevado a la víctima hacia la ambulancia para prestarle las primeras atenciones sanitarias. Acto seguido la han llevado a un centro médico, donde le han practicado punto de sutura en la nariz y se le harán radiografías para descartar cualquier posible lesión interna. Por su parte, el cuerpo policial investiga los hechos y está intentando localizar a las dos supuestas hermanas para detenerlas antes de que puedan volver a atacar a otra mujer mayor. La principal hipótesis es que las dos ladronas ya estaban siguiendo a la víctima por la calle desde hacía un rato para poder asaltarla.