Terrible agresión en un partido de fútbol juvenil en Alicante que a punto ha estado de constarle la vida a Enzo, un joven futbolista de 17 años. Los hechos tuvieron lugar el pasado sábado, 4 de noviembre, en un partido que enfrentaba el Santa Pola A y el Jove Español B. En el tramo final del encuentro, que había sido muy caliente y con muchas faltas, una dura entrada hizo que todo estallara. Un jugador del equipo local, sin la pelota en juego, atacó por la espalda a uno de sus rivales, Enzo, con un codazo que le impactó en la nuca. El joven, a duras penas pudo ir andando unos metros hacia el banquillo y se desplomó inconsciente en el suelo.

La tensión se apoderó de los amigos, compañeros de equipo y familiares de Enzo. Su madre saltó de las gradas al terreno de juego para coger la mano de su hijo con el miedo a que acabara muriendo. El joven de 17 años estaba inconsciente, con los ojos en blanco y convulsionando, según ha adelantado Cope Alicante. Entre miembros del equipo y algún aficionado lo pudieron estabilizar y una ambulancia lo trasladó a un centro hospitalario para que recibiera atención médica. El chico recuperó la conciencia, aunque prácticamente no recordaba nada del momento de la agresión. De hecho, la situación fue tan grave que en un primer momento no recordaba ni su nombre ni reconocía a su madre. Días después ya ha podido volver a casa, pero todavía tiene mareos y vómitos.

El árbitro no hizo constar la agresión en el acta

Por su parte, desde el Jove Español, el club de la localidad de Sant Vicent del Raspeig donde juega Enzo, han enviado un escrito de alegaciones a la federación valenciana explicando los hechos y acusando al árbitro de "hacerse el loco" y desentenderse de la agresión. Denuncian que simplemente suspendió el partido y se marchó a los vestuarios sin interesarse por el estado de salud del jugador. Además, tampoco reflejó el codazo en el acta arbitral, argumentando que desconocía los motivos por los cuales el chico estaba inconsciente.

El entrenador del equipo también denuncia que el agresor, mientras estaban intentando reanimar a Enzo y lejos de arrepentirse de lo que acababa de hacer, se aproximó a él y se burló de la acción. "Maricón, he sido yo", le dijo mientras se tocaba los genitales y le tiraba besos. Además, también lamenta que desde el público que había en las gradas se oyeron gritos de alguien deseando la muerte del joven. La madre de Enzo ya ha denunciado los hechos a la Guardia Civil.