Los Mossos d'Esquadra han desmontado, en una macrooperación que ha durado poco más de un año, seis plantaciones de marihuana escondidas en los bosques del Pirineo catalán. En concreto, han encontrado 27.000 plantas repartidas entre las comarcas del Alt Urgell, Pallars Jussà, Pallars Sobirà, Noguera y Osona. Al frente de estas plantaciones había dos organizaciones criminales que gestionaban el cultivo, la recolección y la venta de la droga, obteniendo unas ganancias anuales de 49 millones de euros, si vendían el producto al detalle, y de 16 millones de euros vendiéndolo entre traficantes.

Entre el verano del 2022 y el de 2023, los agentes de la División de Investigación Criminal (DIC) de las Regiones Policiales del Alt Pirineu i Aran, el Alt Urgell y del Pallars Jussà – Pallars Sobirà, han detenido 21 personas dedicadas al cultivo de marihuana en el exterior, acusadas de los delitos de pertenencia a organización criminal y contra la salud pública.

El Pirineo catalán, convertido en una macroplantación al aire libre

En julio de 2022, la policía catalana descubrió la primera de estas plantaciones en una zona montañosa de difícil acceso en el municipio de la Baronia de Rialb, en la Noguera. Cuatro "jardineros" se encargaban del mantenimiento, cuidado y vigilancia de la plantación, unas tareas que realizaban las 24 horas del día, lo que les obligaba a malvivir junto a la plantación en improvisadas tiendas de campaña.

En total, se decomisaron 1.800 plantas de marihuana, unos 500 kilos de la droga, por un valor en el mercado negro de más de 3 millones de euros. Gracias a esta incursión, los Mossos detectaron una segunda plantación, muy cerca de la primera, donde se requisaron 3.000 plantas y se detuvo a tres personas.

 

Un par de meses más tarde, a finales del 2022, se desmontó una tercera plantación escondida en un bosque de Sarroca de Bellera (Pallars Jussà). Los traficantes no se dieron por vencidos, sin embargo, y en abril de este año, la policía detectó la reanudación de la actividad en esta misma zona. Dos personas se encargaban del cuidado y el cultivo de la marihuana, y otras dos de las tareas de logística y transporte. Durante la operación para volver a desmantelar esta plantación en concreto, se reveló que gestionaban dos más en Senterada y en la Torre de Cabdella, y una tercera en Rupit i Pruti, en Osona. En total, cultivaban 6.000 plantas.

Marihuana de exportación

Según las investigaciones de los Mossos d'Esquadra, gran parte de la droga que cultivaban estaba destinada a ser vendida en el extranjero, sobre todo en países del norte de Europa, donde se transportaban los ovillos después de secarlos y envasarlos al vacío. De esta manera, podían duplicar o, incluso, triplicar el precio de venta en Catalunya.