Ni rastro de las dos niñas desaparecidas en Tenerife. Anna y Olivia, presuntamente secuestradas por su padre, Tomás Gimeno, siguen sin aparecer. Hoy hace cuatro días que la Guardia Civil las busca por los fondos del mar con un radar marítimo. Pero tampoco ha servido de nada. Las dos hijas de Beatriz Zimmermann todavía no han aparecido y ya hace cinco semanas que se les perdió el rastro.

El robot submarino que lleva incorporado el barco Ángeles Alvariño, que ha puesto a disposición del caso el Instituto Español de Oceanografía, ha realizado varias incursiones después de detectarse protuberancias en el subsuelo del fondo marino. Pero de momento nada de nada. Se han encontrado rocas y basura depositada en el lecho marino, pero nada relacionado con el caso de las dos menores desaparecidas en Tenerife.

La previsión inicial es que la búsqueda dure entre ocho y nueve días de manera ininterrumpida las 24 horas. De momento, se centra en un área de unas diez millas cuadradas, delante del litoral de Santa Cruz de Tenerife, que el barco del Instituto Español de Oceanografía viene escudriñando desde el domingo pasado.

Caso Niñas Tenerife / EFE

La policía rastrea la zona por donde se movió el padre de las niñas, el día de la desaparición / EFE

Buscan a las niñas por la zona donde se movió el padre

La zona, acordada por Guardia Civil y personal del barco, es la delimitada por el geoposicionamiento del móvil del padre de las dos niñas. Tomás Gimeno salió al mar en dos ocasiones la noche del 27 de abril, cuando se le perdió el rastro. Embarcó solo, sin la compañía de las niñas, y antes cargó desde su vehículo maletas y bolsas. De retorno de su primera incursión al mar fue interceptado por la Guardia Civil y sancionado por haberse saltado el toque de queda.

Los investigadores no encontraron nada sospechoso al padre, pero en aquel momento no se hizo una inspección a fondo, teniendo en cuenta que la madre de Anna y Olivia todavía no había denunciado la desaparición. Después, pasada la medianoche, volvió a zarpar y horas más tarde la embarcación fue localizada vacía, a la deriva y sin ancla delante del Puertito de Güímar.

A bordo del barco Ángeles Alvariño hay siempre dos agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil, que dirige la búsqueda, que se van alternando cada ciertas horas, dado que la búsqueda bajo el mar se desarrolla de día y de noche, sin detenerse, 24 horas al día.

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Imagen del barco Ángeles Alvariño que participa en la búsqueda de las dos niñas de Tenerife / EFE

¿Cómo trabaja el sónar bajo el agua, para encontrar a las niñas?

Este barco oceanográfico realiza una prospección con sonda con el cual, a una velocidad reducida, va realizando varias pasadas sobre un mismo punto, con lo que se gana en resolución. La sonda permite hacer una cartografía con una batimetría precisa que facilitará el posterior trabajo del robot submarino, según consta en la información facilitada por la Guardia Civil.

En esta labor de prospección en sónar se establecen calles paralelas que se encabalgan para cubrir toda la superficie a explorar. Durante este reconocimiento se van estableciendo marcas en las irregularidades del fondo que requieran una inspección visual a posteriori.

Esta inspección le corresponderá, dado el caso, en el robot no tripulado Liropus 2000, con capacidad para operar y realizar recogida de muestras más allá de los 2.000 metros de profundidad, aunque si es debidamente adaptado puede trabajar hasta los 3.000 metros. De momento, a pesar del despliegue técnico, no se han encontrado las dos niñas.