Un aviso de bomba en la estación de trenes de Collado Villalba, en Madrid, ha obligado a cortar la circulación de trenes en las líneas C3a, C8 y C10 de Cercanías. También se ha desalojado a los pasajeros que había a la infraestructura ferroviaria. Ha sido alrededor de las tres y media de la tarde cuando los servicios de emergencias han recibido un aviso alertando de la aparición de una mochila sospechosa y efectivos de la Guardia Civil se han desplazado hasta el lugar. Se ha ordenado el desalojo inmediato de la estación de manera preventiva y se ha cortado la circulación de trenes para evitar que se acercaran.

Efectivos del cuerpo armado, junto con agentes de la Policía Local, han localizado la mochila sospechosa y han alertado a los servicios del Tedax para comprobar si en su interior había un artefacto explosivo. Al inspeccionar su interior, sin embargo, han visto que no era ningún paquete peligroso y han confirmado que se trataba de una falsa amenaza. Según ha detallado Renfe, se han producido retrasos importantes en el servicio ferroviario porque los trenes de las líneas afectadas se han tenido que detener en otras estaciones, a la espera de que la situación se normalizara.

Una falsa amenaza de bomba obligó a desalojar tres estaciones de metro la semana pasada

La última amenaza de bomba en Madrid había tenido lugar la semana pasada y también afectó al transporte público, en este caso al metro. Un hombre entró en uno de los convoyes en la estación de Alto Arenal y dijo a uno de los pasajeros que acababa de dejar un paquete con una bomba que estallaría en cinco minutos. Posteriormente, bajó del tren y se fue. Este pasajero avisó rápidamente al maquinista y los vigilantes de seguridad, que activaron el protocolo en este tipo de casos.

Se desalojó la estación de manera preventiva, así como las dos estaciones más próximas, las de Puente de Vallecas y Nueva Numancia. También se cortó la circulación a la línea L1 entre Menéndez Pelayo y Portazgo en los dos sentidos. Efectivos de la Policía Nacional, con perros especializados en artefactos explosivos y agentes antiterroristas, inspeccionaron las zonas, pero no se encontraron ninguna bomba. De hecho, al revisar las imágenes de las cámaras de seguridad, comprobaron que el individuo que supuestamente había dejado la bomba no había llevado ningún paquete sospechoso en las manos en ningún momento.