Juan Pascual H.P., el hombre acusado de haber asesinado a cuchilladas a la pareja de su exmujer en Vila-seca, ha sido condenado a dieciocho años de prisión. El jurado popular ha considerado probado que el individuo asesinó en J.J.C, el novio de su exmujer, de quien se había separado unos meses antes. El jurado popular también ha condenado al hombre por allanamiento de morada, ya que el acusado irrumpió sin consentimiento en la casa donde su exmujer y su pareja vivían. Finalmente, también le han prohibido acercarse o comunicarse con su expareja los próximos veinte años.

Los hechos sucedieron el 27 de agosto del año 2020, de madrugada. La expareja del acusado y su chico estaban durmiendo en su casa, situada en el municipio de Vila-seca, en Tarragona. Hacía poco que la mujer se había separado de Juan Pascual, con quien había compartido una relación de quince años y había tenido tres hijos. Aquella noche, mientras la pareja dormía tranquilamente, Juan Pascual consiguió entrar en la casa y llegó hasta la habitación donde los dos dormían armado con dos cuchillos. A continuación, el individuo asestó varias cuchilladas a su víctima, que resultaba ser un amigo suyo y, además, el marido de su sobrina. El hombre se cayó de la cama, sangrando, y murió a causa de los apuñalamientos. En aquel momento la mujer se despertó, y se encontró con su novio muerto, y con su exmarido dentro de la habitación.

La condena ha sido unánime

El jurado popular, formado por nueve personas, ha condenado de manera unánime al acusado, al considerar probado que cometió el asesinato y que violó el domicilio de su expareja. La condena es de diecisiete años y seis meses de prisión por asesinato con alevosía, porque el hombre atacó a su víctima cuando esta no podía defenderse, ya que estaba durmiendo. Además, había adquirido guantes de látex con el fin de no dejar rastro y, en el momento de cometer el crimen, pidió a su exmujer que dejara sus huellas en el arma homicida.

Cuando la Policía Local llegó al domicilio, después de oír los gritos de la mujer y la discusión verbal que se había producido después del crimen, pidió a todos los habitantes del inmueble que bajaran a la primera planta; el atacante obligó a la mujer a no decir nada. No obstante, mientras Juan Pascual decía que solo había sido una discusión de pareja, la mujer hizo señales a los agentes para que subieran al piso de arriba, donde encontraron el cuerpo de la víctima. A continuación, detuvieron a Juan, quien confesó el crimen, pero sosteniendo que había sido para defenderse.

Vila-seca
El domicilio donde el exaprella del atacante residía con sus padres y los tres hijos que compartían. La noche de los hechos, la mujer estaba durmiendo con su nuevo chico, cuando su exmarido entró sin consentimiento en el domicilio armado con dos cuchillos y apuñaló varias veces al otro hombre, mientras dormía. Las múltiples heridas, en la zona del tórax y el abdomen, afectaron a los órganos vitales y provocaron la muerte en el instante del hombre. / Archivo

Las declaraciones del acusado no cuadran con los hechos

El acusado ha mantenido en todo momento que asesinó a la pareja de su mujer, pero que lo hizo en defensa propia. Según declaró al principio de mayo, se produjo una discusión muy intensa entre los dos, y el acusado apuñaló a la víctima porque "le tenía miedo". Esta versión, a pesar de ser la que ha mantenido desde que sucedieron los hechos, y motivo por el cual su defensa pedía que lo absolvieran, no ha convencido ni en el Ministerio Fiscal ni al jurado popular. La expareja del acusado, que también declaró, relató su versión de los hechos durante el juicio, y como vivió aquella terrorífica noche: "Me miraba fijación, perdí la voz para|por el estado de choque, creo que no me moví de la cama por el miedo".

La Fiscalía solicitaba una condena de 21 años de prisión, y la acusación particular pedía 25. La sentencia, finalmente, ha sido de diseño años y seis meses de prisión, diez meses de prisión por la violación del domicilio, la prohibición de acercarse y comunicarse con su exmujer y familiares durante veinte años, y multas económicas (150.000 y 100.000 euros para la madre y hermana de la víctima, y 750.000 euros para los tres hijos del atacante).