Los Mossos d’Esquadra de l’Àrea Regional de Trànsit de Ponent han llevado a cabo un control de velocidad en la C-12, en Maials, en el Segrià, que ha tenido un par de sorpresas. No solo han tenido que sancionar varios conductores para superar la velocidad máxima permitida, sino que dos de ellos parecían buscar un nuevo récord. Hacia las doce del mediodía, los agentes han detectado dos vehículos que superaban el doble de la velocidad permitida en el punto kilométrico 100,8 de la vía, e iban a 188 km/h y a 209 km/h respectivamente en un tramo que tiene como máximo los 90 km/h.
Durante el control de velocidad, los policías han pillado a varios conductores que superaban la velocidad permitida y los han sancionado administrativamente con una multa, concretamente a seis motoristas por un exceso de velocidad. Después, sin embargo, han aparecido dos vehículos más que han hecho que las infracciones anteriores parecieran poca cosa. Con el cinemómetro, el aparato que les permite calcular la velocidad, han detectado un turismo que iba a 188 km/h y otro motorista que iba a 209 km/h. Los agentes de tráfico, con la colaboración de agentes del Àrea Regional de Recursos Operatius (ARRO) y del Grup de Proximitat han parado a los dos infractores en el peaje de Lleida, donde los han podido denunciar por un delito contra la seguridad del tráfico, ya que circulaban con una velocidad penalmente punible. A causa de eso, los dos conductores denunciados penalmente tendrán que comparecer, cuando sean requeridos, ante el Juzgado de Instrucción en Funciones de Guardia de la Lleida.
Semana de controles en las carreteras
Este control de hoy forma parte de una campaña preventiva de tráfico denominada PREMOT, que tiene una duración de una semana: empezó el lunes y acabará el domingo. El objetivo es regular la velocidad en la carretera para evitar posibles futuros accidentes y hacer de este espacio público un entorno más seguro para todos aquellos que lo utilizan. Se espera que estos días haya varios controles como este de la C-12 en otras carreteras de la zona de Ponent para reducir la accidentalidad, especialmente la de los motoristas, uno de los colectivos más vulnerables.