El gobierno francés se muestra "escandalizado" por las manifestaciones, muchas de ultraderecha, mientras la información de los principales sospechosos del asesinato de Thomas se distribuye a cuentagotas. El chico de 16 años y jugador del club de rugby RC Romans-Péage, murió a cuchilladas hace poco más de dos semanas, la noche entre el sábado 18 y el domingo 19 de noviembre, en la villa de Crépol, en el departamento de Drôme. Los hechos sucedieron en una sala de fiestas de esta pequeña población al sur de Lyon, cuando un grupo de jóvenes irrumpieron con cuchillos e hirieron a varias personas, apuñalándolos y provocando varios lesionados de gravedad y un muerto, el joven Thomas. Nueve de los asaltantes fueron detenidos y, ahora, dos de ellos han salido a la luz como los principales sospechosos del crimen.
Detenidos en Toulouse... no saben adónde iban
Las últimas semanas, no obstante, se ha producido un levantamiento popular en muchas ciudades del país, en ocasiones auspiciadas por partidos de extrema derecha, mientras que la información de los nueve detenidos, seis adultos y tres menores, es limitada. El sospechoso y el resto de la mayoría de implicados en la muerte proceden de la localidad cercana de Romans-sur-Isère, donde las tensiones se han exacerbado por las manifestaciones contra inmigrantes convocadas. El ataque fue tildado de "banda organizada" por la Fiscalía de Valence y los acusados huyeron tras apuñalar a Thomas -que murió de camino al Hospital de Lyon- y dos jóvenes más de 28 y 23 años, respectivamente, que recibieron "puñaladas en el pecho" y fueron trasladados graves al hospital. Los gendarmes franceses detuvieron a siete de los asaltantes en un aparcamiento en Toulouse, al sur de Francia, muy cerca de la frontera con España, dos días más tarde.
La policía francesa, según explicaron diferentes medios galos como Le Dauphiné Libération, creía que tenían intención de huir y cruzar a suelo español para llegar a algún aeropuerto del país y montarse en un vuelo con destino al Magreb. La sección de investigación de Grenoble, bajo el Tribunal de Justicia de Valence, comunicó que el principal sospechoso detenido en Toulouse era "un joven de 20 años y nacionalidad francesa, y de madre francesa". Esta fue la única información que se facilitó, mientras crecían las sospechas del supuesto origen magrebí del presunto asesino y el grupo que atentó en la fiesta de Crépol. Ahora se ha podido saber algo más sobre los arrestados, al menos de algunos de ellos.
Los dos principales sospechosos del crimen de Thomas
El detenido al que hacía referencia el Tribunal de Justicia de Valence se llama Ilyès Z., tiene 22 años, y el otro sospechoso de ser autor del asesinato de Thomas tiene 17, aunque al ser menor de edad no se ha facilitado más información. Algunos medios especulan sobre el origen norteafricano del primero, como franceinfo, mientras que otros como Le Figaro recuerdan que el de 17 tendría nombre francés. La polémica estaba servida, por la falta de información dada por el ejecutivo y la justicia galos y por un movimiento, promovido en gran parte por la extrema derecha, a imagen de lo sucedido en Dublín, tras el apuñalamiento de tres niños y una mujer por el primer identificado del ataque -que la policía irlandesa ha negado: un hombre argelino.
Estas manifestaciones se han sucedido, a imagen y semejanza de las irlandesas, una vez la familia promovió la marcha blanca para honrar la memoria de Thomas. Esta fue organizada en Romans-sur-Isère el miércoles 22 de noviembre al mediodía y congregó a centenares de personas, entre ellas los compañeros del club del rugby del joven asesinado a cuchilladas. Pero esta protesta pacífica fue la única que se produjo sin incidentes. La mala gestión del ejecutivo y la justicia galas y las presiones ideológicas han llevado el crimen de Thomas a la escena pública, con concentraciones en Lyon, Burdeos e, incluso, en París, donde este viernes se agruparon unas 200 personas en la zona del Panthéon. El ministro de Interior de Francia, Gérald Darmanin, se reconoció "escandalizado" por la celebración de esta manifestación, sin precisar más información de los acusados y la investigación, como hasta ahora.
Francia se ha convertido en un polvorín tras el ataque en Crépol
Pero más allá de las protestas, las detenciones y el duelo público que ha tenido que sufrir la familia de Thomas, los investigadores todavía no tienen claro quién mató a puñaladas al adolescente. Como mínimo, no se ha hecho público. "Un nombre no proporciona ninguna información útil", respondía un fiscal a Le Figaro durante estas dos últimas semanas de indagaciones. Por otro lado, Le Monde indicaba este martes que la herida sufrida en Romans-sur-Isère sigue latente y algunos testigos manifestaron (y mantienen) que los atacantes utilizaron connotaciones racistas como "matar a blancos", aunque estas no han sido confirmadas por fuentes oficiales.
El silencio de la Fiscalía de Valence, de hecho, es imperante en estos momentos y aunque en el debate público se ha incluido un tópico usado por la extrema derecha gala, lo que está claro es que Francia todavía sigue dividida ante el crimen del joven de 16 años en Crépol. Los datos de los dos principales sospechosos de 22 y 17 años siguen siendo un misterio y las encuestas para las elecciones al Parlamento Europeo auspician un resurgimiento del partido ultra de Marine Le Pen. Todo ello, mientras el tira y afloja por las nacionalidades entre instituciones, sociedad y prensa, u otras informaciones, son omitidas, el asesinato de un turista cerca de la torre Eiffel vuelve a encender las alarmas, y las manifestaciones bajo el emblema de Thomas se propagan por toda Francia. Los detalles del crimen, sin embargo, y las motivaciones se desconocen dos semanas después del ataque a la fiesta de Crépol.