Los Mossos d'Esquadra han detenido a dos hombres de 21 y 44 años como presuntos autores de un robo con violencia y tráfico de drogas en un club cannábico situado en Sant Celoni, en el Vallès Oriental. Los hechos se remontan al 18 de octubre, cuando tres individuos entraron en el establecimiento de la calle de Sant Josep de Sant Celoni poco antes del cierre y amenazaron con un arma de fuego y agredieron a las tres personas que se encontraban en el interior, dos clientes y el responsable del local. Según fuentes policiales, uno de los agresores golpeó al responsable del club, de la Asociación Cannabica y Auto-Abastecimiento "Yoda" (ACAY), en la cabeza con la culata de una pistola y posteriormente roció con spray de pimienta a las tres víctimas. Los ladrones se llevaron 120 euros en efectivo y un bote con cogollos de marihuana antes de huir del lugar.
La Unidad de Investigación de Granollers se hizo cargo del caso y, después de diversas diligencias, logró identificar a dos de los sospechosos. El 18 de diciembre, se llevaron a cabo dos entradas y registros domiciliarios donde, además de realizar las detenciones, se localizaron 162 plantas de marihuana, 150 gramos de marihuana en cogollos, 80 gramos de hachís, dos armas de airsoft, un revólver de balines y dos pasamontañas. El arma que se utilizó en el asalto, sin embargo, no se pudo recuperar, según ha podido saber ElCaso.com.
Los dos detenidos, a prisión
Los dos detenidos pasaron a disposición judicial el 20 de diciembre ante el juzgado de instrucción en funciones de guardia de Granollers. Después de la comparecencia, el juez decretó el ingreso en prisión para dos de ellos. Se detuvo a una tercera persona, también relacionada con los otros dos, pero quedó en libertad. La investigación sigue en marcha por si se puede vincular a los dos detenidos, ambos de nacionalidad española, con diversos antecedentes, y conocidos de los Mossos, con más hechos delictivos. Uno de los arrestados, el mayor, es un hombre de 44 años, vecino de Badalona, que desde hace años vivía en una casa de Can Coll y ya había tenido problemas con la policía.