Los vecinos del Catllar (Tarragona) han sabido que durante todo el verano que un chalet de alto nivel estaba ocupado de manera ilegal por un grupo de personas de etnia gitana que lo habían convertido en una gran plantación de interior de marihuana. Las investigaciones de los Mossos se han alargado meses hasta que han conseguido la orden judicial para acceder y desmantelar la plantación y detener a los responsables.
Durante el transcurso de la investigación, los agentes observaron que la casa desprendía un fuerte olor de marihuana y además había sido modificada estructuralmente por la parte de la fachada para evitar la salida de humos de manera visible. A pesar de tener todas las persianas bajadas, el aire acondicionado estaba puesto en marcha las 24 horas del día. Poco se esperaban encontrar el qué encontraron.
Este martes, con agentes del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO), asaltaron el chalet y se encontraron una gran plantación de interior de 700 plantas en estado de recolección y también, y eso es importante, un arma corta, una pistola de 9 mm, municionada, es decir, lista para abrir fuego. Los Mossos la encontraron bajo el cojín de un sofá, donde estaba durmiendo uno de los detenidos. Los Mossos sospechan que el arma no estaba pensada para atacar a la policía, sino para defenderse de posible narco asaltos, ataques entre bandas de narcotraficantes.
Los Mossos, según ha podido saber ElCaso.com, también encontraron más munición de 9 mm en un tarro de medicamento escondido en la casa. La policía investigará ahora si la pistola localizada en el chalet del Catllar puede estar relacionada con otros hechos delictivos. En el registro se encontró también una segunda arma tipo escopeta, cinco compresores de aire acondicionado, doce ventiladores, 72 lámparas y diferentes utensilios y material para el cultivo de marihuana.
Se esperan más detenidos
Las investigaciones de la policía catalana sobre esta plantación siguen en marcha y los Mossos no descartan poder hacer más arrestados. Está previsto que este jueves los tres detenidos en la operación de este martes, dos hombres y una mujer, todos de nacionalidad española, sean entregados al juez de guardia de Tarragona. Los tres arrestados están acusados de un delito contra la salud pública, defraudación de fluido eléctrico, tenencia ilícita de armas y ocupación ilegal de inmuebles.