La Policía Nacional, en una operación conjunta con la policía francesa, ha acabado con una de las principales redes de tráfico de migrantes ilegales que transportaba personas, principalmente procedentes de Marruecos y Argelia, a Europa. Los traficantes cargaban los migrantes como si fueran mercancías, apilados durante horas en falsos compartimentos de camiones, sin ventilación ni acceso a comer ni agua. El trayecto pasaba por el Reino Unido, Bélgica y Francia antes de llegar en España, la última parada, donde se dejaba a los migrantes. La Policía Nacional ha podido confirmar que se hicieron como mínimo 68 operaciones y más de 500 migrantes llegaron al Estado español. Se han detenido siete personas responsables de los hechos, cuatro en la demarcación de Barcelona y las otras dos en Francia.

El operativo, en el que participaron más de 100 agentes, empezó en abril del año pasado y, durante 14 meses, se consiguió identificar las rutas que utilizaban y los implicados en el entramado. Los dos recorridos que utilizaban eran uno terrestre entre Almería y Murcia y el otro desde el Reino Unido, pasando por Francia, primero en ferri y después por carretera. En las dos rutas, se cargaba a los migrantes en furgonetas y camiones, escondiéndolos en compartimentos secretos donde estaban todos unos sobre los otros, sin comida, agua o aire fresco, a menudo, hasta seis horas. En el caso de los desplazamientos internacionales, se dejaban los vehículos llenos de migrantes en el espacio de carga del ferri durante todo el trayecto.

El traslado empezaba desde el Reino Unido, pero antes les tenían que hacer llegar hasta el país británico. Los traficantes conseguían colar en los migrantes en las islas a través de vuelos comerciales, haciéndolos pasar por turistas, y antes de que terminara su permiso, empezaban su viaje por el continente europeo, todo eso gestionado desde Francia. Con el fin de hacer el traslado sin levantar sospechas, alegaban estar haciendo mudanzas o, directamente, hacían pasar los migrantes como mercancías y les dejaban en pisos del extrarradio de París para dejar correr un tiempo. Cuando llegaban a España, los migrantes eran utilizados como mano de obra por trabajos agrícolas u otro tipo de explotaciones laborales.

Más 500 migrantes han llegado a España en los últimos meses

Antes de caer, la organización criminal había hecho como mínimo 68 trayectos, trayendo a Europa más de 500 migrantes y generando con esta actividad ilegal más de medio millón de euros en beneficios. Por las rutas cortas de carretera cobraban unos 350 euros por cabeza, mientras que las que implicaban el uso de ferris llegaban a los 1.500 euros por persona. Los miembros de la red de tráfico de personas tenían conexiones estrechas con grupos de Marruecos, y contaban con ramificaciones en Bélgica, França Reino Unido y España. Entre el 13 y el 16 de junio se realizó un operativo policial coordinado con las autoridades francesas y se llevaron a cabo cuatro cacheos domiciliarios, dos en Francia y dos en Barcelona, que implicaron la detención de siete miembros de la organización, cuatro de ellos en Barcelona. También se requisaron 42.335 euros en efectivo, 2.180 libras, esterlinas, 10.690 dírhams marroquíes, tres vehículos, varios móviles y documentación relacionada con pagos, cuentas y comunicaciones.