Nuevo hallazgo en el vertedero de Toledo (Castilla-La Mancha). La Policía Nacional ha encontrado este martes una pierna y parte de una cadera en el lugar donde desde el 27 de diciembre buscan los restos mortales de Ángel. El niño de 11 años desapareció el 10 de diciembre en el barrio de Carabanchel, en Madrid, con su primo Fernando, de 17. El cadáver de este apareció intacto a la misma instalación tan solo cinco días después de que se les perdiera la pista.

La policía trabaja para encontrar más restos en Toledo

Los restos encontrados de Ángel apuntan a que fue descuartizado. Dado que este sábado los agentes que trabajan en la búsqueda localizaron un torso y las manos del pequeño de 11 años. Según van informado diferentes medios de comunicación de fuentes policiales, por las huellas dactilares se comprobó que se trataba del niño desaparecido hace más de un mes en la capital española. Además, el pie del pequeño encontrado en el ecoparque de Toledo el pasado 11 de enero permitió confirmar que realmente era él.

Aunque ya está certificada la muerte de los dos menores, la Policía Nacional seguirá trabajando en la zona para encontrar más restos del cuerpo del pequeño, así como para aclarar las causas de la muerte de los dos. El área es similar a la de un campo de fútbol y siguió buscándose allí después del hallazgo el 15 de diciembre, tan solo cinco días después de la desaparición de los chicos, al encontrar el cadáver de Fernando. Participan efectivos de la Policía Judicial, guías caninos, el Grupo Operativo de Intervención Técnica (GOIT) y la Policía Científica con retroexcavadoras y maquinaria auxiliar.

La última vez que los vio fue en un supermercado d'Usera, en Madrid

La última vez que se vio a los dos fue la tarde del pasado 10 de diciembre, cuando dijeron al padre de Fernando que iban a comprar unos bocadillos al Hiper Usera de la calle General Ricardos de Madrid, pero nunca volvieron. Su desaparición fue voluntaria, porque las cámaras de seguridad los captaron en varias estaciones de metro y autobuses en la ciudad, hasta que esa misma noche llegaron a Toledo, donde se les grabó en los alrededores de un hotel y en un centro comercial. Según las indagaciones policiales, Fernando acudió a la capital manchega al lado de su primo pequeño a encontrarse con una chica con la que había tenido una relación sentimental. No era la primera vez.

No obstante, la pista de los primos se perdió hasta que cinco días después apareció el cuerpo de Fernando en el ecoparque de Toledo, que no presentaba signos de violencia y, según los resultados preliminares de la autopsia, murió por asfixia. En la investigación se barajan varias hipótesis, incluida la de una posible muerte accidental al haber tratado de resguardarse del frío en un contenedor de basura, algo que no cree la familia de los menores.