La Guardia Civil ha encontrado una cabeza humana dentro de una bolsa en una zona de matorrales en Soto del Real, cerca del área donde se buscaba la cabeza de una mujer asesinada la semana pasada por su pareja. El macabro hallazgo se produjo cerca de la medianoche del lunes cuando un vecino, alertado por un fuerte olor a descomposición, contactó con la Policía Local. Los agentes encontraron una bolsa con lo que parecía ser una cabeza humana, según ha informado la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. Inmediatamente, los restos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal, donde se les hará una autopsia para confirmar si pertenecen a Soledad, una mujer de 65 años trabajadora de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), que fue asesinada por su pareja la semana pasada.

El asesinato ocurrió cuando el hombre, un policía local jubilado de 53 años, disparó a Soledad, la decapitó, se deshizo de la cabeza y posteriormente se suicidó. Los cuerpos de la pareja fueron encontrados el martes pasado en su domicilio de la calle Vicente Aleixandre de Soto del Real. Se sospecha que llevaban varios días muertos cuando fueron encontrados. Fue un familiar de Soledad quien, preocupado por la falta de noticias de ella, fue al domicilio y encontró el cadáver en el garaje. La Guardia Civil, que se encargó de la investigación, encontró el cuerpo del hombre en una habitación del piso superior junto a una escopeta y una carabina. Desde entonces, los agentes habían estado rastreando los alrededores de la vivienda y las áreas frecuentadas por el hombre, con la ayuda de perros especializados en la búsqueda de restos biológicos. Hasta este lunes por la noche, cuando la cabeza apareció a 200 metros de la casa de la pareja.

Más víctimas de violencia machista

Soledad se ha convertido en la víctima mortal número 15 por violencia de género en el Estado desde el inicio del año, la primera en la Comunidad de Madrid y la 1.259 desde que comenzaron las estadísticas en 2003. La semana pasada se confirmó la muerte de una mujer en l'Empordà, a manos de su pareja, después de estar dos meses en coma en el hospital.

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