Los agentes de la Policía Foral de Navarra han detenido a seis jóvenes de entre 19 y 27 años por haber apaleado con un martillo a un hombre al cual habían acusado de haberles robado 1.000 euros. Los detenidos están acusados de delitos de lesiones y de detención ilegal, al haber retenido a la víctima en un piso de Pamplona contra su voluntad.
Los seis jóvenes habían llevado a la víctima por la fuerza a un piso situado en el número 24 de la calle Paulino Caballero, en el segundo ensanche de Pamplona. Le golpearon y encerraron dentro del domicilio contra su voluntad porque creían que les había robado 1.000 euros. La víctima negó la acusación de los agresores, pero estos le dieron una paliza con un martillo porque creían que mentía. Finalmente, el hombre hizo creer a los detenidos que sí disponía de la cantidad que le reclamaban, y pudo huir diciendo que tenía que llamar un amigo que le traería el dinero.
Le pidieron perdón por la confusión
La víctima pudo salir del edificio con el pretexto de hacer una llamada a un amigo que le traería los 1.000 euros que los secuestradores decían que les debía. Los acusados le creyeron, y el hombre pudo acudir a un centro hospitalario para tratar sus heridas: presentaba una herida abierta a la cabeza provocada por un martillo, otra de arma blanca y numerosos moratones por todo el cuerpo. También aprovechó para llamar a la Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano de la Policía Foral para informar de lo sucedido y denunciar a los agresores.
Temiendo que los acusados volverían por él, la víctima se escondió hasta que la policía le comunicó que ya habían detenido a los seis sospechosos. Antes de ser arrestados, sin embargo, los seis jóvenes se dieron cuenta de que se habían confundido de persona, y se pusieron en contacto con el entorno de la víctima para pedirle disculpas e informarle de que sabían que no había sido él el autor del robo.
Los acusados, todos ellos en situación irregular, tenían antecedentes por delitos de lesiones, amenazas y robos con fuerza. Además, dos de ellos tenían una orden de alejamiento contra un tercer miembro del grupo. Después de pasar a disposición judicial, se decretó el ingreso en la prisión de los seis detenidos.