Un adolescente ha sido brutalmente apaleado este fin de semana a las puertas de la discoteca Titus de Badalona. Los hechos han sido denunciados por la madre del chico, que lo ha explicado todo a través de un vídeo en el que, además, pide que se haga difusión para visibilizar el aumento de violencia que se está viviendo desde hace tiempo en esta zona del polígono industrial de Can Ribó, donde grupos de jóvenes -la mayoría, de origen marroquí- se dedican a agredir y a robar a los adolescentes que, de madrugada o a primera hora, ya vuelven a casa después de una noche de fiesta.
Los hechos se remontan al viernes de la semana pasada. Según explica Míriam, madre del adolescente herido, la agresión tuvo lugar alrededor de las seis y media de la mañana. Su hijo salió de la discoteca para esperar a unos familiares que lo iban a recoger para llevarlo a casa cuando, de repente, un grupo de jóvenes de origen marroquí se le acercó por detrás y le empezaron a increpar por cosas, asegura, que no tienen nada que ver con él. Después de decirles que no quería problemas, se le lanzaron encima y empezaron a darle puñetazos por toda la cara, rompiéndole la mandíbula y cuatro dientes.
Tan pronto como se pudo deshacer de sus atacantes, el chico se echó a correr y se escondió por los alrededores mientras esperaba a que llegaran a buscarlo. De Can Ribó lo llevaron directamente al Hospital Hermanos Trias i Pujol, donde quedó ingresado y lo tuvieron que someter a una intervención quirúrgica.
Respuesta vecinal a la paliza
El testimonio de Míriam se ha hecho viral y ha generado mucha consternación entre los vecinos de Badalona y de otros municipios del área metropolitana de Barcelona. Según parece, hace meses que este grupo de personas violentas campan a sus anchas por los alrededores de la discoteca; de hecho, el hijo de Míriam no fue la única víctima de aquella noche. Dos de sus amigos se cayeron entre las manos de los agresores. A uno de ellos le robaron el móvil y el patinete eléctrico cuando salió a la puerta hacia las tres y media de la madrugada, mientras que el otro, alrededor de las seis, en el mismo sitio, esquivó por poco una paliza.
En las redes sociales ya han empezado a correr mensajes y vídeos pidiendo una acción contundente contra los agresores, dándolos caza por su cuenta ante la frustración que provoca que las autoridades estén al corriente de la situación desde hace tiempo, pero que, aparentemente, nadie haga nada. Los principales sospechosos son dos chicos marroquíes, menores de edad, según ha podido saber ElCaso.com, que quedaron grabados en vídeo por algunos testigos. De momento, a pesar de la evidente necesidad de desplegar dispositivos como el Kanpai contra los multirreincidentes, la zona de fiestas del polígono de Can Ribó está abandonada a su suerte.