Vandalismo en la misma comisaría de la Guàrdia Urbana de Lleida. Varios vehículos patrulla han acabado con múltiples daños después de que un hombre de 84 años, que ya había provocado disturbios en un centro sanitario poco antes, se presentara en las dependencias policiales y se dedicara a golpearlos violentamente con un palo. Los hechos tuvieron lugar la madrugada de este pasado martes 19 de marzo y a consecuencia de la acción, de la cual se desconocen las motivaciones exactas, el abuelo quedó detenido como presunto autor de un delito de daños.

El abuelo ya había provocado disturbios en un CUAP

El hombre que destrozó algunos de los coches de la Guàrdia Urbana no era ningún desconocido para los agentes municipales. Alrededor de las tres menos cuarto de la madrugada, los trabajadores del CUAP de la avenida Prat de la Riba de la capital del Segrià, justo delante mismo de las dependencias policiales, los alertaron de que había un abuelo molestando y provocando disturbios. Una patrulla se desplazó hasta el centro médico y el vigilante de seguridad les explicó que el hombre, después de ser atendido, empezó a insultar y a llamar a los sanitarios con una actitud muy violenta. Los agentes hablaron con el abuelo, que estaba muy alterado, y finalmente se acabó marchando del lugar de manera voluntaria.

Cuando todo parecía que se había tranquilizado y volvía a la normalidad, sin embargo, el abuelo reapareció con una actitud todavía más agresiva. Tal como ha avanzado el diario Segre, fue una hora después, cuando se presentó en la comisaría de la Guardia Urbana y, armado con un palo, empezó a golpear varios coches patrulla que había estacionados en el pequeño aparcamiento de la entrada. Al verlo, los agentes municipales que había en el interior de las instalaciones salieron corriendo para pararlo y detenerlo. Algunos de los vehículos acabaron con las lunas rotas y tendrán que ser reparados.