Este mes de abril se cumplen 14 años de la misteriosa desaparición de Ana María, una mujer de 38 años a quien se le perdió en extrañas circunstancias: en medio de la carretera en Vigo. Nadie se explica qué le pasó, más de una década después, sigue siendo un misterio sin resolver. Su marido, Francisco José, se ha convertido en el eterno sospechoso del caso y está en libertad: piensan que la mató, pero no hay ninguna prueba firme contra él.

Ana María Fernández Barreiro y Francisco José H.M. vivían en Barbate (Cádiz) y se conocieron en uno centro de desintoxicación, ya que eran exdrogadictos. Tuvieron un hijo juntos, que actualmente tiene 24 años. Los padres de Ana María sufrieron un trágico accidente de coche en Vigo: fueron víctimas de un atropello, que les dejó gravemente heridos. Por este mismo motivo, decidieron mudarse a Galicia una temporada para cuidar de los padres de ella.

Los hombres eran de edad avanzada y necesitaban asistencia las 24 horas del día. Así pues, Ana María y sus hermanos se iban turnando para cuidarlos. Pero un día tuvieron una fuerte discusión y Anna, Francisco y su hijo decidieron volver a Barbate. El trayecto para volver, igual que el de ida, era en coche: tenían que cruzar España de punta a punta, pero cuando estaban saliendo de Vigo, todo se torció.

Ana María Fernández Barreiro desapareció en la autovía A-52

Estaban en la autovía A-52 cuando Francisco y Ana empezaron a discutir. La discusión se fue calentando hasta el punto que ella bajó del vehículo. La versión que dio a Francisco era que ella empezó a correr en medio de la carretera y él la persiguió para se que subiera al coche, pero como no consiguió atraparla, la dejó abandonada y siguió conduciendo, unos hechos poco realistas, pero son los que explicó el sospechoso.

No obstante, Francisco cambió de dirección y fue hasta casa sus padres, en Torrevieja (Alicante). Al cabo de 24 días, Francisco se presentó en el cuartel de la Guardia Civil y puso la denuncia por desaparición. Los agentes lo interrogaron tanto a él como al hijo, que en el momento de los hechos, tenía 11 años y, a partir de entonces, ya vieron que había muchas cosas que no cuadraban.

"A a tu madre no la volverás a ver"

El menor, que el día de la desaparición no llegó a salir del coche, aseguraba que su padre le había dicho "a tu madre no la volverás a ver" y que, por si no fuera poco, también explicó que tuvieron una discusión y que él la agredió físicamente.

Según explica el Diario de Cádiz, una semana después de la desaparición, él ya vivía con otra mujer en la casa de Barbate y reconoció que le había pegado, pero nunca dijo que fuera el responsable de la desaparición. Así y todo, el caso empezó a ser investigado como un caso de violencia de género.

Mentiras, contradicciones y datos que no cuadran, pero ni rastro del cadáver

Francisco cambió su versión de los hechos en muchas ocasiones, mintió y dijo datos que no cuadraban con los hechos. Durante muchos meses, los agentes de la Guardia Civil estuvieron buscando a la desaparecida por 80 kilómetros de carretera, pero no la encontraron.

Como no había cadáver, ni confesión del presunto autor de los hechos, no había crimen y, por lo tanto, Francisco quedó absuelto. Aunque para los investigadores se ha convertido en el eterno sospechoso, no hay ninguna prueba directa que lo vincule con el caso, de que se ha convertido en una de las desapariciones más inquietantes de los últimos años en España.