Un almuerzo cotidiano en un bar de Málaga acaba con la vida de un hombre de 46 años, vecino de la ciudad. La víctima se encontraba comiendo con su padre en un establecimiento de la capital malagueña cuando se atragantó con un trozo de carne y, pese a la asistencia que recibió, acabó perdiendo la vida poco después. Los hechos tuvieron lugar este lunes sobre las dos del mediodía en el bar Richard de la calle Andarax de la ciudad y, aunque se está a la espera de la autopsia, todo apunta a que murió después de que un pedazo de comida le obstruyera las vías respiratorias.

El hombre fallecido estaba comiendo tranquilamente junto a su padre y no había nada que supusiera un sobresalto durante el mediodía de este lunes hasta que, según ha avanzado Diario Sur, se metió en la boca un trozo de carne, comenzó a sentir que le faltaba el aire y pese a los esfuerzos por reanimarlo acabó muriendo allí mismo. Los comensales que se encontraban en el lugar, entre los que había una doctora, le realizaron la maniobra de Heimlich, pero fue infructuosa y no pudieron hacer que expulsara el alimento. 

Investigación abierta, aunque todo apunta a un atragantamiento

Tras recibir una alerta del suceso, se desplazaron hasta el bar malagueño diferentes servicios de emergencias. La Policía Local de Málaga y la Policía Nacional también acudieron y este último cuerpo ha abierto una investigación al respecto. Aun así, tal y como apunta el medio citado, la principal hipótesis policial en estos momentos es que el fallecimiento se debió a un atragantamiento con comida. Estos decesos, pese a ser poco comunes, son más habituales de lo que se piensa, por lo que se recomienda un conocimiento básico de las maniobras de primeros auxilios entre toda la población e ir con cuidado al ingerir grandes cantidades de alimentos que puedan obstruir las vías respiratorias.