La Policía Local de Sa Pobla (Mallorca) encontró los cadáveres de una mujer de 28 años, embarazada de tres meses, y de su hijo, de 7 años. Los cuerpos presentaban visibles signos de violencia, presuntamente estrangulados, según medios locales. Horas más tarde, la expareja de la mujer asesinada se entregó en comisaría.
Ali Khouch, el asesino confeso de su exmujer embarazada y de su hijo envió un mensaje a su cuñado por WhatsApp en el que le comunicaba el doble crimen: "Si quieres ver a tu hermana y tu sobrino están muertos en la casa".
Un niño de 13 años encontró los cadáveres
Sobre las 17.30 horas saltaron las alarmas. La Policía Local de Sa Pobla fue requerida para acudir a un inmueble ubicado en la calle Santa Catalina Tomàs número 43. Sus ocupantes no contestaban al timbre.
Ali Khouch, albañil de Nador de 35 años, con antecedentes por maltratar a su exmujer Warda Ouchene, envió dos aterradores WhatsApps a su cuñado y a su hermano: "Si quieres ver a tu hermana y tu sobrino están muertos en la casa", rezaba el primer mensaje. "He matado a Warda y al niño y ahora voy a suicidarme", añadió.
La familia de la joven magrebí corrió horrorizada a la casa. No podían abrir la puerta y un niño de 13 años, sobrino de Warda, se coló por un estrecho paso. Él se topó con los dos cadáveres en la sala, según Última Hora. A su llegada, los agentes saltaron por un patio exterior y localizaron los cuerpos sin vida de Warda Ouchene, de 28 años, y de su hijo Mohamed, de 7, ambos de nacionalidad marroquí. El cuerpo de la mujer apareció ensangrentado en la cocina con un golpe en la cabeza. El pequeño fue localizado en el comedor del domicilio. Ambos murieron asfixiados. Todo apunta a que las víctimas llevaban un día muertas, según Periódico de Ibiza.
Ali Khouch confiesa el doble asesinato de Sa Pobla
Todo apunta a que el crimen se cometió antes de la una y media, que es la hora en la que Ali Khouch, expareja y padre de los fallecidos, intentó desesperadamente pedir un taxi: "Pagaré lo que sea", insistió por teléfono. Finalmente, bajó a Palma en su coche y la policía cree que acudió a Son Banya a comprar cocaína. Llevaba años de adicción, añaden las mismas fuentes.
Una de las principales hipótesis policiales apunta que el asesino discutió con Warda por un asunto de dinero, algo habitual condicionado por sus adicciones. La reconstrucción de los hechos indica que Ali atacó a Warda primero y después –alertado por los ruidos– bajó a la planta baja el niño. También fue asfixiado hasta la muerte.
Hasta el lunes por la tarde no se volvieron a tener noticias del albañil marroquí. Ya habían aparecido los cuerpos sin vida. El presunto homicida llamó, confesó y se entregó a la policía este lunes, después de mediatizarse la noticia del doble asesinato. Los agentes le trasladaron a las dependencias de la Guardia Civil.
Ali y Warda en proceso de separación
Hace diez años Warda y su primo y esposo Ali llegaron desde su Nador natal a Mallorca. Se acababan de casar pero él ya había dado muestras de un carácter violento. La fallecida había obtenido tiempo atrás una orden de seguimiento y protección por violencia de género, que ya había finalizado.
No obstante, Warda seguía aterrada por el comportamiento de Ali, con el que actualmente estaba en proceso de separación. La fallecida estaba embarazada y compartía un hijo -también fallecido-.
Una decena de familiares se desplazaron al domicilio donde se perpetró el asesinato, visiblemente desolados y afectados.
Una amiga de Warda, en declaraciones a Última Hora, afirmó que la fallecida ya le avisó del peligro que corría: "Hace un tiempo me dijo que un día Ali le iba a matar".