La pelea entre un padre y un hijo en Argamasilla de Calatrava, Ciudad Real, acabó este miércoles con dos personas muertas y tres heridas. Alfonso, el hijo, enloqueció y con un rifle disparó contra todo el mundo que pasaba por allí. Un agricultor y un policía local murieron, mientras su padre, un guardia civil y otro policía local resultaron heridos. Finalmente, el doble asesino tuvo que ser abatido por los agentes de los cuerpos policiales. La consternación en este pequeño pueblo de 6.000 habitantes es total y nadie entiende por qué ha acabado teniendo lugar esta tragedia.
Los vecinos del municipio, sin embargo, sí que coinciden en una cosa: Alfonso no estaba muy bien de la cabeza. Hace años, el hombre iba en bicicleta cuando un coche lo atropelló y lo dejó gravemente herido. Se tuvo que pasar muchas semanas ingresado en la UCI y, cuando salió, le habían quedado algunas secuelas del fuerte golpe en la cabeza. Este es uno de los motivos por los cuales durante la discusión acabó perdiendo los papeles y disparando a todo el mundo con un arma de fuego.
Alfonso mató a dos personas e hirió dos más antes de ser abatido
La discusión entre padre e hijo acabó derivando en una terrible tragedia. Los fuertes gritos alertaron a José Luis, un agricultor de 60 años que estaba trabajando en un huerto próximo. Él fue la primera víctima mortal. Intentó hacer de mediador en la disputa familiar, pero Alfonso ya había enloquecido y lo disparó con el rifle a pocos metros. El padre huyó corriendo y lleno de sangre en dirección a la carretera para pedir ayuda.
Una de las personas que lo intentó ayudar fue Alejandro, un policía local de Argamasilla de Calatrava. Él fue la segunda víctima mortal. En el momento en que se inició el tiroteo, este agente estaba en un control de tráfico en las puertas de una escuela del municipio. Cuando recibió el aviso se desplazó hasta el lugar de los hechos, donde el tirador puso fin a su vida. Tenía 41 años, estaba casado y tenía una hija de 7 años. Además de las dos víctimas mortales, también resultaron heridas tres personas: un agente de la Guardia Civil, otro policía local y el padre del tirador, que también se llama Alfonso.
Alfonso vivía con su padre y era un experto en armas
Padre e hijo vivían juntos en un huerto en las afueras del municipio. El padre había sido guarda forestal y aficionado a la caza, motivo por el cual su hijo tenía un gran conocimiento del mundo de las armas y era un experto tirador. Los dos acostumbraban a compartir rutina y visitaban a menudo el municipio vecino de Villamayor de Calatrava, donde eran habituales en los bares y compartian petanca con los vecinos del pueblo. El presunto asesino tiene una hija, aunque hacía tiempo que estaba separado de su mujer.