La Policía Nacional alerta en las redes sociales del nuevo método utilizado por los ladrones para marcar las casas vacías y entrar a robar.

Así saben los ladrones si estás en casa o no

Hay muchas clases de delincuentes y todos hemos sufrido o conocemos a alguien que ha sufrido un robo o atraco. Las estrategias para entrar a robar en el momento correcto o de atacar a las víctimas más vulnerables son diversas y a veces sorprendentes.

Uno de los primeros datos que necesitan los ladrones para entrar a robar en una casa es saber si hay alguien dentro. Vigilar la puerta o tocar cada día al timbre son métodos de toda la vida y no muy refinados. Pero con el tiempo las estrategias han ido avanzando y esta última es bastante más difícil de localizar.

Robar en segundas residencias o cuando los habitantes se encuentran de vacaciones es un blanco fácil y es por eso que se convierte en vital detectar quién vive allí y cuándo se marcha. Una de las técnicas más conocidas hasta ahora era marcar los cantos de las puertas con cintas de plástico transparente. Uno de los delincuentes marca si hay vía libre o no y entonces se comete el robo.

El "hilo invisible" para entrar a robar

Ahora la Policía Nacional ha vuelto a alertar de un innovador método que ha evolucionado después de estas cintas. Se trata de hilos casi invisibles hechos con silicona o pegamento. La intención es la misma: saber si estamos o no en casa y si el robo será fácil o no.

Hilo invisible marca robo / Twitter Policía Nacional

El nuevo método utilizado por los ladrones es más difícil de detectar y pretende saber si hay alguien en casa antes de cometer el robo / Policía Nacional

A diferencia de los llamados testigos de plástico -las cintas-, los "hilos invisibles" son difíciles de detectar a primera vista por propietarios y vecinos y es por eso que los cuerpos policiales recomiendan ir con cuidado con este tipo de métodos de vigilancia.

Si este hilo se rompe, los delincuentes ya saben que hay personas viviendo en la casa, pero si el hilo está intacto, querría decir que no hay nadie en el inmueble y que es viable entrar a robar.