Esta semana se hacía pública la apertura de dos nuevas cocinas de Vicio, la marca de hamburguesas a domicilio del ganador de la séptima edición de MasterChef, Aleix Puig. El joven, de 28 años, es ahora dueño de un imperio millonario a base de comida rápida "de calidad".

Aleix Puig, futbolista y pescadero

Pero no siempre fue así. Como muchos niños de su edad, creció jugando al fútbol, en el que intentó hacer carrera pasando por el Gimnàstic de Manresa y otros equipos de su ciudad natal. No alcanzando la gloria en el césped, empezó a estudiar cocina.

Sin embargo, tuvo que dejarlo tras un año y medio debido a un "problema familiar" que le llevó a trabajar en el negocio de su familia a los 21 años: unas pescaderías, en las que tuvo que ayudar a su madre.

Este vínculo indirecto con la comida fresca ya le había llevado a tener nociones básicas a los 15 años, cuando su madre y su abuela le enseñaron cómo hacer los platos más básicos con la materia prima que vendían para aconsejar a los clientes: "Ellos preguntaban cómo se hacía una merluza, un rodaballo… y yo tenía que saberlo", explicaba en una entrevista a El Español

Entrar a 'MasterChef' de casualidad

La oportunidad de MasterChef, como él mismo explicó varias veces, le vino casi de casualidad.

Mirando Instagram probó a rellenar el formulario, pero un error le impidió enviarlo y cerró la ventana.

Aun así, decidió volver a intentarlo al cabo de un rato. En otra entrevista confesaba: "Posiblemente, no lo hubiera hecho una tercera vez. Pasado el tiempo, ni me hubiese acordado".

Y así, anécdota tras anécdota, le informaron de que estaba en la fase final del casting para entrar a la séptima edición del programa de cocina más famoso. Recibió la noticia con resaca y sin saber que, poco después, su vida daría un giro radical.

Admitía al medio citado también que, de no ser por MasterChef, probablemente hubiese seguido en la pescadería de su familia de por vida: "La empresa familiar iba creciendo –de hecho, ahora mismo les va genial– y posiblemente yo hubiera seguido con eso a pesar de entrar en MasterChef. Hasta que gané".

Ganar el programa de cocina más famoso de España

La final frente a Teresa, que ganó con una tosta de pan con tomate con ajo negro y sardina ahumada de entrante, y un rodaballo como principal -haciendo honores a sus raíces-, le permitió entrar a estudiar  en el Basque Culinary Center, donde fue seleccionado para ser el director de la academia de postres de Oreo.

Pero el confinamiento por la pandemia del coronavirus le llevaron a cambiar sus planes.

Y ahí surgió la idea de Vicio, que ahora se ha convertido en un imperio. Con mucha valentía, abrió el negocio de fast food a domicilio en octubre, cuando la Generalitat cerraba todos los bares. En un principio eran 12 trabajadores y ahora ya hay tres cocinas y un restaurante pop-up.

Vicio Via Augusta / RRSS

Vicio Via Augusta / RRSS

Nació en una cocina del barrio de Sants, desde donde salían pizzas y hamburguesas a domicilio, a través de Glovo.

Sin embargo, dado el éxito de su concepto, las restricciones le dieron una gran oportunidad. Y es que facturó tanto, que pudo trasladar la cocina a Vía Augusta, en la zona alta de Barcelona, donde ha creado un espacio híbrido donde se prepara la comida para llevar y donde también se puede comer.

Vicio, un imperio de hamburguesas de cuatro millones de euros

También ha expandido su pequeño imperio para conseguir que su comida llegue a más del 95% del Área Metropolitana de Barcelona. Lo ha hecho a través de la apertura de dos nuevas cocinas en Sant Andreu y L’Hospitalet de Llobregat.

El objetivo para estas nuevas instalaciones será aumentar la producción de hamburguesas de la semana de 7.000 a 15.000 y cerrar el año con una facturación de casi cuatro millones de euros. Además, la iniciativa dará trabajo a 40 personas, llegando ya a cerca de 100 empleados.

De la Costa Brava a Puigcerdà

Aunque estas cocinas no están abiertas como establecimientos para probarlo in situ, Vicio ha inaugurado también un nuevo local pop-up -abierto por tiempo limitado- en Puigcerdà con el nombre Vicio Cold Spot.

Se trata de una idea que funcionará durante la temporada de invierno tras el éxito del Vicio Hot Spot en la Costa Brava en verano.

La versión invernal del restaurante se ubica en la cabaña Nördic Cerdanya y ofrece cocina ininterrumpida desde la una del mediodía hasta las doce de la noche todos  los fines de semana de noviembre a febrero y los puentes y festivos de diciembre y enero.