La Policía Nacional ha desmantelado una red de prostitución de raíces colombianas y con ramificaciones en Barcelona, deteniendo a quince personas y liberando a otras tantas chicas de entre 18 y 22 años, originaria de Venezuela y de Colombia a las que enredaban prometiéndoles trabajo estable y una mejor vida en Europa. La operación se explotó el pasado 16 de julio con entradas y registros simultáneos en Barcelona, Algeciras, Los Barrios y San Roque -estos últimos pueblos de Cádiz-, después de un año de investigaciones. Los detenidos están acusados de los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de seres humanos, prostitución y tráfico de drogas. Los quince han pasado ya a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 en funciones de guardia de Algeciras, que ha decretado prisión provisional para siete de los principales implicados.


Un entramado empresarial con agencias de viajes, Airbnb y taxistas

La característica distintiva de esta red de proxenetas, ciudadanos de Colombia, era el entramado empresarial que habían montado para facilitar los traslados de las mujeres hasta el estado, esconder los prostíbulos e, incluso, tener un "servicio a domicilio". La organización había creado agencias de viajes fraudulentas con las que podían gestionar más fácilmente la ruta que tenían que hacer las víctimas desde Sudamérica hasta el Estado español. La mayoría de ellas se quedaban en Cádiz en chalets que funcionaban como establecimientos abiertos al público y complementados con máquinas tragaperras, aparte de las actividades típicas de casa de citas que ofrecían a los clientes.

En Barcelona estaba donde tenían una empresa de construcción, vinculada a dos de los investigados, que utilizaban para reformar viviendas de manera clandestina para convertirlos en Airbnb ilegales con alquiler de temporada por días, semanas o mesas, donde metían a las víctimas y las obligaban a ejercer la prostitución para saldar la supuesta deuda que habían contraído por los conceptos del viaje. Además, permitían blanquear el dinero que obtenían del resto de prostíbulos que gestionaban.

Lo que más llama la atención era que también contaban con el apoyo de un grupo de taxistas de confianza que les hacían "servicios a domicilio", enviando con ellos a las chicas a las casas o pisos particulares de los clientes que así lo desearan. Seis de estos conductores fueron detenidos, la mayoría con licencias obtenidas en Algeciras y en el municipio de Los Barrios de Cádiz.