El acusado de violar a una mujer durante la madrugada del 26 de agosto del 2017, aprovechando que iba bebida, ha declarado en el juicio que las relaciones sexuales fueron consentidas. Ella lo niega. El juicio se ha hecho este miércoles en la Audiencia de Lleida y el acusado se encuentra en prisión provisional por otra causa.

Acusado de agresión sexual: encuentran su ADN

En su declaración la mujer ha afirmado que, aunque no recuerda qué pasó exactamente, se despertó encima de un colchón en un piso del Centro Histórico de Lleida sin ropa interior. Además, los Mossos que la atendieron han asegurado que la mujer estaba "en estado de choque" y en el análisis vaginal de la víctima, ya en el hospital, se encontraron muestras de ADN de dos hombres.

Patrulla de Mossos d'Esquadra / EFE

Patrulla de Mossos d'Esquadra / EFE

Aunque en aquel momento no se encontró ninguna coincidencia en la base de datos policial, se detuvo el presunto autor tres años después cuando su ADN entró en el registro el año 2020, al ser detenido por un delito patrimonial.

Choque de relatos

El acusado de agresión sexual ha asegurado que conocía a la mujer, que se encontraron de fiesta y que acabaron en el piso de un amigo donde mantuvieron relaciones sexuales consentidas. "No la forcé", ha asegurado. Por otra parte, la presunta víctima ha declarado que no lo conocía y que no recuerda haber accedido a nada. Lo que sí recuerda es que se despertó desnuda en un piso "muy extraño" y sin su teléfono móvil. La mujer ha añadido que, a pesar de su lapsus durante la noche de los hechos, sí que tiene "flashes" de varios hombres encima suyo.

A la espera del veredicto final, la Fiscalía considera que no hubo consentimiento y que el acusado aprovechó que la mujer iba bebida para abusar de ella. Por eso, pide 7 años de cárcel para el acusado por un delito de abuso sexual y que, una vez cumplida la pena de prisión, se le impongan 6 años de libertad vigilada. También solicita que indemnice a la víctima con 9.000 euros por daños morales y que se prohíba al acusado comunicarse o acercarse a la mujer a menos de 100 metros durante 10 años.

La defensa, en cambio, entiende que no hay pruebas que demuestren que no hubo consentimiento y pide la absolución del acusado.