Continúa el juicio contra Jorge Ignacio Palma, el hombre que, presuntamente, ha asesinado a Marta Calvo y a otras dos mujeres. Han salido a la luz las declaraciones de un funcionario de la prisión donde estaba ingresado de manera preventiva y ha explicado detalladamente el carácter de este asesino de mujeres en serie, cómo se comporta con los presos y su extraña obsesión con la televisión.

El funcionario penitenciario, que se ha mantenido en el anonimato, ha explicado que Jorge Ignacio Palma, los más de tres años que ha estado en la prisión de manera preventiva, se ha mostrado muy pelota, servicial y sumiso con el resto de trabajadores para esconder su verdadero carácter de psicópata.

El carácter del asesino de Marta Calvo al descubierto

"Es un preso que no nos da problemas. Nos habla con un respeto extremadamente artificial, excepto cuando le negamos algo a lo que no tiene derecho o le llevan la contraria, que es cuando tiene alguna pérdida de control", explica el hombre en Caso Abierto.

Jorge Ignacio Palma y su abogada / EFE
Jorge Ignacio Palma está acusado de haber asesinado a tres mujeres y de 10 abusos sexuales / EFE

Jorge Ignacio Palma, un hombre frío y calculador

No obstante, el trabajador carcelario también ha dicho que detrás de esta apariencia dócil y sumisa se esconde un hombre muy frío y calculador que, en la que tiene la mínima ocasión, no duda a explicar a los trabajadores que "es inocente".

Estos hechos que todavía no les ha podido demostrar, ya que hay una gran cantidad de pruebas que serán clave para juzgarlo por 10 abusos sexuales y tres asesinatos, entre los cuales se encuentra el de Marta Calvo, el cuerpo de la cual todavía no ha sido encontrado, ya que el asesino se niega a decir dónde lo ha escondido.

Se inventa falsas agresiones y no se relaciona con los presos

En la prisión, se mostraba como una persona débil para esconder su carácter verdadero y su maldad. De hecho, un día pidió un cambio de prisión explicando que varios presos le habían pegado, unos hechos que no pudo demostrar.

Durante su estancia en la prisión, está completamente aislado, no habla con ningún preso ni tiene nada de interés en relacionarse con ellos. Tampoco recibe ninguna visita ni llamada más allá de las de su madre, que le envía dinero de manera periódica.

Obsesionado con los programas de televisión que hablan del crimen de Marta Calvo

La única cosa que le genera un interés obsesivo en la prisión es ver cómo hablan de él mismo a la televisión: no se pierde ningún programa donde traten el crimen de Marta Calvo y de las dos mujeres en situación de prostitución que, presuntamente, fueron asesinadas por él.