Un hombre de 38 años ha muerto después de caer de un patinete eléctrico en Sant Pere de Ribes este sábado al mediodía, según ha informado el ayuntamiento de la localidad.

Golpe en la cabeza mortal

El incidente se ha producido en la calle Eduard Maristany. El hombre llevaba un objeto entre las piernas que habría resbalado, hecho que ha provocado que cayera y se diera un golpe a la cabeza mortal contra la acera. A pesar de haber sido auxiliado rápidamente por dos profesionales sanitarios que se encontraban en la zona, la muerte ha estado "casi instantánea".

Dos efectivos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) se han desplazado al lugar de los hechos, pero no han podido hacer nada para salvarle la vida.

El consistorio ha lamentado el accidente mortal de uno de sus vecinos y ha enviado "pésame y afecto" a la familia y amigos.

Un conductor bebido mata a un chico de 19 años que iba en patinete en Empuriabrava

La Policía Local de Castelló d'Empúries ha detenido este fin de semana a un hombre de nacionalidad española de 25 años que la madrugada del domingo, a las 6 de la mañana, atropelló mortalmente a un joven de 19 años que iba con patinete por la avenida de la Marinada, de Empuriabrava.

Los hechos, según ha podido saber ElCaso.com, se produjeron en esta larga calle de Empuriabrava, en el sector de Montgrí, cuando el coche que conducía al detenido atropelló al joven, que circulaba con un vehículo eléctrico volviendo de trabajar. Después del accidente, el conductor huyó del lugar de los hechos.

Esposas / Cedida

El joven quedó gravemente herido en la vía pública. El Sistema de Emergencias Médicas (SEM) lo estabilizó y lo evacuó al Hospital de Josep Trueta de Girona, donde a pesar de los esfuerzos médicos el joven acabó muriendo al día siguiente.

La policía disponía de la información del vehículo, un coche Audi Q2 de color rojo, pero no fue necesario buscar el conductor. Al cabo de pocas horas de los hechos, el hombre se entregó en la comisaría de la policía local de Castelló d'Empúries asuminedo los hechos.

Los agentes que procedieron a su detención le practicaron la prueba de alcoholemia y dio 0,38 mg/l en aire, superando el umbral permitido pero por debajo del límite para considerarse un delito. En accidentes, según instrucciones de la Fiscalía, se considera infracción penal si supera los 0,40 mg/l en aire.