La Audiencia Provincial de Valencia absuelve un hombre de 37 años acusado de cometer abusos sexuales a su hija menor, que en el momento de los hechos tenía siete años. El magistrado ha justificado la decisión porque no había indicios ni pruebas concluyentes que confirmaran los presuntos abusos, y porque el relato de la víctima presenta pocos detalles y resulta "pobre". Dada esta situación, se ha optado por absolver al acusado, lo que, según los jueces, es preferible "antes que el riesgo de condenar a un inocente". 

El tribunal admite que el testimonio de la víctima es creíble, pero "pobre en detalles"

El testimonio aportado por la víctima, que a lo largo de estos años de pleitos se ha mantenido inalterable y resulta creíble a los ojos del tribunal, no ha sido suficiente para condenar a su progenitor por los presuntos abusos sexuales. La sentencia, a la que ha tenido acceso El Periódico de España, admite que las explicaciones de la menor son lógicas, y que no se aprecian en la víctima motivos para mentir, pero que sigue siendo "pobre", lo que supone un problema para condenar al acusado. 

Uno de los detalles que ha llevado al tribunal a absolver al hombre es que, si bien la menor ha mantenido en todo momento el relato, al inicio de la investigación sostuvo que los abusos empezaron cuando ella tenía siete años, dato que modificó en declaraciones posteriores para decir que tenía ocho. En el texto de la sentencia, publicado por El Periódico de España, se manifiesta lo siguiente: "Existen indicios de que la menor puede haber manifestado hechos ocurridos realmente. Pero, al mismo tiempo, la prueba del delito presenta cierto déficit".

Ante la falta de pruebas y el "pobre" testimonio de la víctima, el tribunal ha decidido absolver al acusado; según ha publicado el mismo medio, justificando la decisión del siguiente modo: "resulta preferible la posible absolución de un culpable, antes que el riesgo de condenar a un inocente". 

La Fiscalía denuncia un déficit en la investigación del caso

Los forenses testificaron y afirmaron que la desproporción anatómica entre el agresor y la víctima habría tenido repercusiones físicas en la menor, por entonces muy pequeña. No obstante, estos no fueron detectados, según los expertos. La Fiscalía, por otro lado, denuncia que no se haya practicado ningún examen ginecológico a la víctima, ni tampoco a su hermana pequeña, de doce años, que también podría ser una víctima de abusos. 

Según el relato de la víctima, los abusos empezaron cuando ella tenía entre siete y ocho años. Presuntamente, su padre la obligaba a ver películas pornográficas, la tocaba, la forzaba a practicarle felaciones y también la había violado; todo esto, aprovechando las noches en las que su madre se ausentaba para trabajar cuidando una anciana. 

Absuelto y en libertad

El individuo, de 37 años y nacionalidad rumana, llevaba viviendo en España varios años. Desde el mes de febrero de 2021, ha estado encarcelado provisionalmente por las acusaciones de abusos sexuales continuados con acceso carnal a su hija, que entonces tenía entre siete y ocho años, según ha sabido El Periódico de España. Ahora, con la absolución, el hombre ha salido de la cárcel y está en libertad.