La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado una condena de dos años de prisión a un abogado de Madrid que estafó al hijo de una mujer que fue asesinada por su marido en Castellón de la Plana en 2009, al apropiarse de los 53.778 euros de ayudas públicas que le fueron concedidas por la muerte de su madre, recoge Efe.
El letrado convenció al joven para abrir una cuenta conjunta
Tras enterarse por los medios de comunicación de la muerte violenta de la mujer, el acusado se ofreció al hijo de la víctima para defender de forma gratuita sus intereses en el proceso penal y tramitar las ayudas disponibles de las administraciones públicas y entidades privadas.
Según los hechos probados, el joven, con muy escasa formación, deprimido por la muerte de su madre y confiando plenamente en él, y en que este actuaba de forma altruista, firmó un poder para pleitos en favor de la Asociación española de víctimas de delitos violentos, terrorismo y violencia de género y del abogado sin comprender el alcance del mismo.
Finalizado el juicio por la muerte de su madre, el letrado le convenció para que abrieran una cuenta en la que aparecieran los dos como titulares, con posibilidad de disposición indistinta, para supuestamente gestionar mejor las ayudas que pudiera obtener.
A finales de 2013, una amiga y compañera de trabajo de la víctima se interesó por el joven, que se encontraba en una situación de "penuria económica".
Así, le ayudó en los trámites para cobrar un seguro de vida de su madre como afiliada a un sindicato y, posteriormente, comprobó que le habían reconocido y abonado mediante transferencia bancaria las ayudas a las que tenía derecho como víctima indirecta por el fallecimiento de su progenitora. Un dinero que, según los hechos probados, se apropió el abogado, que puso como domicilio de notificaciones su despacho profesional en Madrid, y a quien el joven firmaba todos los documentos que le presentaba.
Delito de estafa
La Sala considera que el relato de hechos probados encaja en el delito de estafa: "engañar haciendo creer que la actuación va a ser gratuita para conseguir un desplazamiento patrimonial en propio beneficio y no consentido por el legítimo titular de la cantidad", afirmó el magistrado. "La estafa emerge con cristalina nitidez, en virtud de la confianza depositada en él por el cliente, para obtener un documento firmado que sirviese para encubrir el apoderamiento llevado a cabo en contra de lo pactado y a espaldas del beneficiario".
Recuerda en su sentencia que la Audiencia afirmó que fue el acusado "quien se dirigió al hijo de la asesinada buscándolo específicamente pese a que eso implicaba desplazarse a una ciudad no próxima, quien consiguió contactar con él y se le ofreció para asistirle gratuitamente en todas las gestiones y asesoramiento y tareas profesionales"
Añade que "le hizo firmar sin darle cumplidas explicaciones todo tipo de documentos en diferentes ocasiones, sin que el perjudicado, por razón de su formación más limitada, confianza que había conseguido ganarse el acusado, y estado precario y de afectación por el trágico fallecimiento de su madre, llegase a captar o intuir a qué obedecía cada documento que firmaba, ni a conocer que le había sido concedida una suma muy importante para su situación económica".
Así pues, la Audiencia de Castellón le impuso la citada pena de dos años de prisión, una multa de 2.700 euros y el pago de una indemnización de 53.778 euros al hijo de la mujer fallecida en 2009.