Los Mossos d'Esquadra han detenido a una mujer de 37 años y nacionalidad francesa por un presunto delito contra la seguridad del tráfico al conducir bajo los efectos de sustancias estupefacientes. Los hechos tuvieron lugar este martes cuando faltaban pocos minutos para llegar a la medianoche y una patrulla de Trànsit de la policía catalana se encontró un coche parado en medio de la carretera N-II, a su paso por el término municipal de Figueres.

Los agentes comprobaron que el vehículo estaba correctamente cerrado y no había ninguna persona en el interior. El lugar donde había sido estacionado suponía un gran peligro para el resto de conductores, ya que provocaba problemas de visibilidad y no había ninguna señalización que indicara que allí había un coche parado. Por este motivo, se alertó el servicio de mantenimiento de carreteras para retirarlo con una grúa.

La conductora se había ido a buscar gasolina porque se había quedado sin

Antes de que llegaran, sin embargo, los agentes de los Mossos vieron cómo una mujer se acercaba al vehículo con una garrafa llena de gasolina, tal como ha adelantado el Diari de Girona. Según explicó a los policías, se había quedado sin gasolina y había dejado el coche parado en la carretera mientras iba a buscar una estación de servicio próxima para coger un poco y poder seguir con su camino. La mujer subió al vehículo con la intención de marcharse, pero los policías la pararon.

Los síntomas de estar bajo los efectos de alguna sustancia estupefaciente eran evidentes, así que le practicaron un test de drogas. Las sospechas de los agentes se confirmaron cuando la prueba dio resultado positivo en tres drogas diferentes: opiáceos, cannabis y cocaína. Después de eso se le registró el vehículo y se encontraron dos envoltorios de cocaína. Por este motivo, se detuvo a la conductora y se inmovilizó el vehículo.