Como mínimo 79 personas han muerto este miércoles en el naufragio de un barco pesquero con centenares de personas a bordo que se ha hundido delante de la costa de la península griega del Peloponeso. La embarcación, de unos 30 metros de eslora, estaba atravesando el mar Mediterráneo entre Libia e Italia, cuando ha acabado volcando por causas desconocidas y misteriosas, ya que en el momento de los hechos las condiciones meteorológicas eran buenas y el estado del mar era tranquilo. La principal hipótesis es una sobrecarga de personas en el barco que habría cambiado de un lado a otro y lo habría hecho traquetear.

A bordo de la embarcación se calcula que habría más de 400 inmigrantes que buscaban empezar una nueva vida en Europa, de los cuales solo se han podido rescatar con vida 104 personas. Todos los rescatados son hombres mayores de edad que vienen del Pakistán, Egipto, Siria o Palestina. 24 de ellos han tenido que ser evacuados hasta el hospital de la ciudad de Kalamata, la gran mayoría con síntomas de hipotermia. Las autoridades griegas creen que, teniendo en cuenta el número de rescatados y muertes confirmadas, habría como mínimo unas 200 personas desaparecidas que podrían haber acabado en el fondo del mar. Por este motivo, no se descarta que el número de víctimas mortales pueda aumentar.

Los inmigrantes habían rechazado la ayuda de la Guardia Costera

El barco que se ha acabado hundiendo este miércoles ya había sido avistado por la Guardia Costera de Grecia este martes por la tarde, horas antes de los hechos. Al ver que iba muy lleno de gente y que podía suponer un peligro para sus vidas, una embarcación de los guardacostas se acercó con la intención de ofrecerles asistencia, pero las personas que iban a bordo rechazaron la ayuda con la intención de seguir su camino y llegar a Italia.