La forma de robar cajeros automáticos más efectiva se conoce como jackpotting. Así es como la agencia americana de seguridad FBI llama a un método que, tecnológicamente, permite robar en cajeros automáticos sin casi ensuciarse las manos.
El botín será tan grande como los billetes que guarden los cajeros y el tiempo para hacerlo, mínimo. La Unidad Central de Atracos de los Mossos d'Esquadra comenzó a detectar en Catalunya este método en 2019.
¿Cómo funciona el jackpotting? Los ladrones aprovechan algunos espacios vulnerables en la seguridad de los cajeros para acceder al control del cajero y expulsar todos los billetes que hay en el aparato. Tal como se puede ver en unas imágenes en manos de esta unidad central de los Mossos, un desconocido entra en el cajero, lo abre y conecta un ordenador portátil o una tablet. En poco rato, ha podido hackear el cajero y solo tiene que ir recogiendo los billetes y guardarlos en una bolsa. Cuando se ha podido acceder al sistema e instalar un pequeño programa malicioso —Ploutus-D—, la máquina puede llegar a sacar 40 billetes cada 20 segundos.
El cajero escupe todos los billetes
Cuando se han acabado los billetes, el ladrón cierra el cajero y se marcha. Hasta más tarde la entidad no detecta que le han vaciado el aparato de billetes. Ya es tarde. Ni han saltado las alarmas ni nadie ha detectado ningún ruido. Y las cámaras de seguridad de las oficinas, si el hombre se ha escondido, tampoco ayudan a cazar a los ladrones.
Los primeros casos que se detectaron en Catalunya de este método siempre fueron en cajeros fuera de Barcelona y siempre en lugares estudiados previamente, con pocas cámaras de seguridad que ayuden a trazar la huida del ladrón. La mayoría de estos innovadores robos se han llevaron entre 60.000 y 90.000 euros, según los cálculos del UCA de los Mossos.
Bandas itinerantes por Europa y sin detenidos en Catalunya
Los Mossos detectaron que los grupos que actúan con este método eran bandas criminales muy especializadas que actúan con mucha movilidad por toda Europa.
Este ejemplo de robo, alejado del famoso asalto con pistolas y pasamontañas, pone de relieve qué cambio de paradigma están haciendo también los ladrones en su objetivo criminal. La ciberdelincuencia no consiste solo en las estafas que hacen vaciar, en remoto, cuentas corrientes de clientes despistados. La tecnología, en manos de los malos, permite vaciar cajeros, tal como demuestra este método bautizado como jackpotting por el FBI. Aunque los robos no son de grandes cantidades, el jackpotting utilizando software malicioso como el Ploutus-D preocupa y mucho a las entidades bancarias.