Las estafas se han convertido en uno de los grandes delitos en los últimos tiempos. Nos pasa a nosotros, pero también le pasa a una persona que vive en la otra punta del mundo. Este tipo de ciberestafas no entienden de países ni fronteras y ya afectan a millones de personas por todo el mundo. La situación ha llegado a tal punto que desde el FBI han tenido que emitir una advertencia urgente a todas aquellas personas que tienen un smartphone. Y es que los ciberdelincuentes empiezan a suplantar teléfonos oficiales, incluso de los cuerpos policiales, con el fin de exigir un pago u obtener información personal de potenciales víctimas.
Suplantan a los cuerpos policiales para estafar a la población
Según la alerta del FBI, los ciberestafadores asustan a las víctimas haciéndoles creer que acabarán arrestadas si no pagan una cantidad de dinero para evitar dormir entre rejas. La realidad, sin embargo, es que ningún cuerpo policial llamará nunca a una persona que está siendo investigada y le exigirá dinero a cambiar de quedar libre o borrar su historial criminal. La intención de los delincuentes es apelar al miedo de las posibles víctimas, intimidándolas y manipulándose emocionalmente para que caigan en la trampa. Para hacerlo, pueden llegar a utilizar los nombres reales de algunos agentes y hablar con un tono agresivo, pidiendo que no se informe de nada a los familiares próximos.
En estos casos, conviene no facilitar ningún tipo de información y no dejarse asustar. Hay que tener en cuenta que nunca la policía exigirá dinero a cambio de no ser detenidos, así que no se tiene que pagar nada a nadie. Las investigaciones policiales no se resuelven así, ni en los Estados Unidos ni en Catalunya. Y es que hay que tener en cuenta que en nuestro país también pasan este tipo de estafas. En varias ocasiones, desde los Mossos d'Esquadra, pero también desde la Policía Nacional o la Guardia Civil, han alertado de mensajes en que suplantan a los directores de los cuerpos policiales y envían correos a las potenciales víctimas diciéndoles que los investigan por pederastia y exigiéndoles dinero a cambio de no ir a prisión o hacerlo llegar a los medios de comunicación.