Operativo conjunto para desarticular un entramado de estafas tecnológicas en la comarca de Osona (Barcelona). Los Mossos d'Esquadra, la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Ertzaintza, en un dispositivo e investigación conjunta, ha detenido a 23 personas, veinte hombres y tres mujeres, como supuestos responsables de los delitos de estafa, tráfico de drogas, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. Los arrestados, dieciocho de ellos en Manlleu y Masies de Roda el pasado 20 de marzo, actuaron durante un periodo de medio año y defraudaron más de un millón de euros a más de 1.200 víctimas repartidas por toda España. Entre los miembros de esta mafia tech suman un total de 139 antecedentes por delitos contra el patrimonio y el narcotráfico.

Investigación y 23 detenidos, principalmente en Catalunya

Todo empezó en octubre de 2023, cuando se detectó un incremento de denuncias relacionadas con estafas virtuales en las que los autores utilizaban nuevas tecnologías para hacer envíos fraudulentos de correos electrónicos y mensajes en aplicaciones de mensajería y redes sociales con el objetivo de conseguir datos personales de las víctimas y sustraerles el dinero. La investigación se inició y los diferentes cuerpos policiales identificaron numerosas víctimas repartidas por todo el territorio español que habían sufrido el mismo tipo de engaño por parte de la misma organización criminal. Esto hizo establecer un Equipo Conjunto de Investigación formado por investigadores de los Mossos d'Esquadra, la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Ertzaintza, bajo la coordinación del Centro de Inteligencia y contra el Crimen Organizado (CITCO).

 

Las estafas estaban por todas partes, pero se encontró con que había una importante concentración en la comarca barcelonesa de Osona y más concretamente en el Manlleu, donde la banda había establecido su base de operaciones. Por todo ello, el pasado 20 de marzo se llevaron a cabo ocho entradas en el Manlleu y una en Masies de Roda, con dieciocho personas detenidas con edades comprendidas entre los 20 y 30 años. Los diferentes cuerpos policiales, al ser preguntados por este medio, no han facilitado más información sobre dónde se habrían producido las cinco detenciones que restan del 26 de noviembre ni las nacionalidades de los arrestados. En cualquier caso, se les atribuyen los delitos de estafa tecnológica continuada, contra la salud pública, blanqueo de capitales con criptomonedas y de organización criminal. Pero, ¿cómo actuaban para conseguir engañar a más de 1.200 víctimas?

Así han estafado a más de 1.200 personas

La estafa consistía en el envío masivo de mensajes de texto a un número indeterminado de víctimas escogidas al azar, simulando que se trataba de su entidad bancaria y donde se les informaba de un acceso ilegítimo a su cuenta corriente. A partir de aquí, si la víctima se creía el mensaje, seguía las indicaciones y accedía a un enlace que lo llevaba a una página web falsa con la apariencia de la real. Los estafadores, mediante diferentes técnicas, entre las que destaca la ingeniería social, llamaban a las víctimas haciéndose pasar por un gestor del banco y lograban una serie de datos personales. Con esta información accedían de una forma totalmente ilícita a las cuentas bancarias para efectuar operaciones fraudulentas.

La organización criminal, que estaba establecida en la comarca barcelonesa de Osona, llevaba a cabo la mayoría de extracciones de dinero en cajeros de Barcelona y Girona, pero también se determinó en otros puntos como en cajeros del País Vasco con el objetivo de dificultar su identificación valiéndose de la itinerancia delictiva. Los Mossos d'Esquadra, la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Ertzaintza han detenido a un total de 23 personas en dos fases, dieciocho en marzo y cinco más en noviembre, y en los registros, principalmente en Osona, han intervenido teléfonos móviles, dispositivos de almacenamiento de criptomonedas, memorias externas, 50.660 euros en efectivo, tarjetas telefónicas de pago, de crédito de terceras personas, armas simuladas, detonadoras y una carabina, varias armas blancas, un hacha y un cultivo de 400 plantas marihuana y cinco kilos de cogollos. También se procedió al bloqueo de cuentas bancarias de los acusados en once entidades. Los investigadores no descartan nuevas entradas y detenciones.